09 de diciembre de 2008 |
A PROPÓSITO DEL ARSENAL Y FABREGAS Cortina de humo
Por Antonio Aguiar
El entrenador y manager del Arsenal, Arsene Wenger, ha manifestado su preocupación por el futuro del español Cesc Fábregas, quien, según él, podría abandonar la entidad londinense invocando la denominada "Sentencia Webster”. Según recoge el diario británico ''The Sunday Express'', Wenger teme que el fútbol pueda sufrir una situación caótica que podría tener enormes consecuencias si se sigue aplicando esta "sentencia".
Hagamos un poco de historia. El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) decidió el 30 de enero de 2008 uno de los asuntos más interesantes y espinosos del mundo del fútbol, después del “Caso Bossman”. Webster, jugador escocés, decidió, por motivos de tensión deportiva entre él y su club, el Heart of Middlothian de Escocia (que quería renovarle a un precio que no interesaba al futbolista), rescindir su contrato una vez transcurridos los tres años del llamado “periodo protegido” que prevé el Reglamento FIFA sobre transferencia de jugadores.
El quid de la cuestión, tanto en la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA como ante el TAS, estuvo centrado, no en determinar si Webster tenía derecho a rescindir el contrato, que no se cuestionó, sino en la cuantía que debía pagar a su club. La indemnización oscilaba entre los 5 millones de libras esterlinas que solicitaba el club anterior, luego rebajados a 625.000 libras por la FIFA en primera instancia, y el “valor residual del contrato” que se postulaba por parte del deportista y su nuevo club, el Wigan de Inglaterra, es decir, el montante que por salario (y en teoría derechos de imagen) le quedaba por percibir al jugador desde la ruptura del contrato hasta la finalización teórica del mismo, alrededor de 150.000 libras. El TAS falló en favor de Webster. Para el alto tribunal deportivo internacional, admitir el “valor de mercado” que se pretendía por el club escocés era retroceder a una época pretérita, a un momento histórico-jurídico “ante-Bossman” ya superado.
La principal conclusión del Laudo Webster, otros ya se ocuparon de este asunto, como Juan de Dios Crespo (abogado de Webster) Antonio Millán, Rodrigo García y José Lasa, es que un jugador que haya cumplido el “periodo protegido” de su contrato (o su última renovación) puede rescindirlo unilateralmente sin que reciba por ello sanciones disciplinarias de FIFA, si bien está obligado a pagar una indemnización (él y solidariamente su club de destino) que se fijaría, a falta de pacto expreso, en función de distintos factores, como la legislación nacional, la especificidad del fútbol, el tiempo restante de cumplimiento de contrato, la retribución del jugador con el club de origen y la indemnización en caso de despido del deportista, si existiese. A la vista de lo anterior, cabe deducir que la preocupación del manager del Arsenal viene motivada por el hecho de que en “La Premier” los clubes no incluyen en sus contratos cláusulas de rescisión, figura existente en España, Brasil, Holanda y pocos países más. En consecuencia, el temor del Arsenal estriba en que el joven centrocampista catalán, una vez transcurrido el “periodo protegido”, pueda recalar en otra Liga Nacional abonando (él o su nuevo equipo) una indemnización muy inferior a la esperada. De sus declaraciones se desprende que el “periodo protegido” está a punto de expirar y que el club londinense no tiene “amarrado” a Cesc Fábregas. No cabe duda de que Arsene Wenger está utilizando la “Sentencia Webster”, a la que imputa un caos que sólo él vislumbra, como cortina de humo para ocultar su propia incapacidad a la hora renegociar con Fábregas un nuevo contrato.
* Antonio Aguiar es Director de IUSPORT.ES
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Modificado el ( 10 de diciembre de 2008 )
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