CRIMINALIDAD Y DEPORTE Nuevas tendencias de la Criminología en el siglo XXI
Por Javier RALUY MARRERO Los días 26, 27 y 28 de abril de 2007, la ciudad de Málaga acogió el IV Congreso Nacional de Criminología, un evento que congregó a una gran variedad de profesionales vinculados directa o indirectamente con el estudio y tratamiento del fenómeno criminal. Criminólogos, sociólogos, sicólogos, juristas, médicos forenses, siquiatras, trabajadores sociales, profesionales de la seguridad pública y privada, entre otros muchos profesionales, compartieron conocimientos y experiencias relativas a la actividad delictiva, mostrando un especial interés por abordar todas aquellas amenazas antisociales y criminales que afectan a los niveles de seguridad ciudadana, y consecuentemente, al tan ansiado estado bienestar social. Parece obvio pensar que en los tiempos que corren, la seguridad ciudadana, el control de la delincuencia común y de las nuevas amenazas criminales, constituyen una de las principales preocupaciones de todos los ciudadanos, de tal forma, la celebración de eventos científicos de esta naturaleza deben ser una prioridad para todas las administraciones públicas de nuestro estado. En el IV Congreso Nacional de Criminología el deporte también ocupó su espacio, un pequeño pero significativo lugar ofrecido por la organización del evento, que de manera responsable valoró la relación del binomio criminalidad y deporte.
Aprovecho la oportunidad que me ofrece IUSPORT para felicitar a la organización del citado evento, no sólo por la buena gestión del congreso celebrado sino por su valentía a la hora de abordar áreas criminológicas que tradicionalmente ocupaban un papel secundario, áreas que quizás parezcan menos convencionales pero que recobran especial interés en la actualidad. Así, tras la aceptación de las propuestas evacuadas por este humilde servidor, fue posible exhibir dos pósteres que guardaban relación a la actividad física y al deporte. El primero de ellos hacía alusión a realidades concretas que justificaban la relación de las ciencias criminológicas con el mundo del deporte, una relación manifiesta y notoria, no sólo porque en torno a las actividades, espectáculos y clubes deportivos se generan múltiples y diversos comportamientos antisociales constitutivos o no de infracción penal, sino también, porque la práctica deportiva es empleada como herramienta de política criminal. Las agresiones individualizadas contra espectadores, jugadores y otros miembros de la comunidad deportiva, la invasión de los terrenos de juego, compra-venta de encuentros deportivos, blanqueo de capital, amenazas terroristas, secuestro de deportistas, destrozos en las instalaciones deportivas, la exhibición de símbolos prohibidos, la participación de las FF y CC de Seguridad, el desarrollo de programas deportivos en las prisiones, el hurto de objetos personales en los vestuarios deportivos, la venta clandestina de anabolizantes y otras sustancias prohibidas, el dopaje de deportistas, el respaldo a los clubes o entidades deportivas en los barrios más desfavorecidos de nuestras ciudades, son sólo algunos ejemplos que evidencian y justifican sobradamente la inclusión del deporte en los foros de discusión criminológicos. El segundo de los pósteres recogía algunos datos de interés de la investigación desarrollada en la década de los 90, relativa a las agresiones de las que eran objeto los árbitros de fútbol (“Victimizaciones sufridas por los árbitros de fútbol desde la entrada a las instalaciones deportivas y hasta el abandono de las mismas”). Me refiero a una investigación que ya fue destacada por IUSPORT años atrás y que, a pesar de ello, sigue constituyendo un tema de radiante actualidad. En tal sentido, considero que, a pesar de la inexistencia de evidencias empíricas que respalden a día de la fecha los resultados obtenidos en la investigación referenciada, la situación o realidad social denunciada por aquel entonces sigue siendo similar. En este segundo póster se destacaron algunos aspectos metodológicos como los que se exponen: “de los 130 árbitros que conformaban el Comité Canario de Árbitros de Fútbol de Las Palmas, 47 cumplimentaron el cuestionario (conformado por 22 preguntas) diseñado en el estudio. Se ha analizado un total de 1.583 actas arbitrales correspondientes a la misma cantidad de encuentros de fútbol, de un total de los 6992 celebrados en la provincia de Las Palmas”.
Asimismo, se señalaron algunos resultados y conclusiones de interés:
RESULTADOS: Se denunciaron 38 agresiones físicas, 215 agresiones verbales, 64 agresiones frustradas, 6 actos de negligencia,192 actos de menosprecio y 0 agresiones a la propiedad (datos registrados en las actas arbitrales). El 70 % de las victimizaciones se producen durante el encuentro, el 25% tras la finalización del mismo y el resto en el descanso y al abandonar las instalaciones deportivas. Los problemas sociales aparecen en un 17%, y los personales en un 15%. También aparecen casos aislados de inestabilidad familiar, y algunos en los que se produce la pérdida de objetos materiales y dinero, así como dificultades en el desarrollo cotidiano del trabajo. Las agresiones físicas realizadas por los jugadores locales ascienden a un 38, 23%, y las de los visitantes a un 20, 59%.
CONCLUSIONES: El árbitro de fútbol es víctima de agresiones verbales, actos de menosprecio e intimidatorios, así como de agresiones físicas de diversa consideración. Los jugadores que participan activamente (dentro del terreno de juego) constituyen el colectivo que mayor número de victimizaciones comete. Las agresiones físicas son realizadas con mayor frecuencia por los jugadores locales que por los visitantes, en relación directa con la sensación de confianza. Las agresiones verbales y los actos de menosprecio son protagonizados mayormente por el equipo visitante. El número de denuncias realizadas es inferior al número de hechos delictivos de los que son víctimas los árbitros, existiendo como consecuencia de ello un campo oscuro de la criminalidad de dimensiones considerables, cumpliéndose la regla: A mayor gravedad de los hechos menor campo oscuro.
Por último, sólo me queda agradecer el interés de la dirección de IUSPORT para abordar la parte más oscura e ingrata del mundo del deporte, invitándoles a que sigan apostando por la denuncia, investigación y formación de los aspectos sociales abordados en este escrito.
Javier Raluy Marrero Criminólogo. Director de Seguridad Privada
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