|
09 de mayo de 2013 |
LOS ÁRBITROS Y EL INFIERNO “ROJO”
Por Daniel Roberto Viola
“Ratifico que soy hincha de Independiente. No voy a ocultar una pasión limpia. Es un orgullo decir que soy de Independiente y que mis hijos lo sean, no sé qué tiene de malo. Independiente está técnicamente descendido, lo salva un milagro” declaró Guillermo Marconi, titular del Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina (SADRA).
Esta confesión fue acompañada del pedido a Don Julio Grondona para que los árbitros afiliados a uno de los dos sindicatos del referato argentino, no dirijan en adelante los partidos del “Rey de Copas”, que se debate casi al borde del abismo por su magro promedio.
Luego, la pública intermediación de Marconi para que Miguel Brindisi aceptase el cargo de DT de “los rojos” trajo todavía más agua al molino de las suspicacias entre los hinchas de Quilmes y de San Martín de San Juan, que compiten para evitar la caída a la B Nacional.
Hasta 1872 cuando el fútbol era anárquico y muy violento, los jugadores eran los propios jueces. En 1880 el árbitro con un cronómetro en mano, sólo podía disponer el fin del partido y expulsar a los díscolos, aunque permanecía afuera del rectángulo y a los gritos.
En 1891 según cuenta Eduardo Galeano, el “referee” ingresó por primera vez a una cancha y cobró con un pitazo el primer penal de la historia contando doce pasos desde la línea de meta.
La regla del juego n° 5 de FIFA define al árbitro como la “autoridad total” para hacer cumplir las reglas durante el partido, sus decisiones son definitivas. Su función es diferenciar lo justo de lo injusto y dar a cada uno lo suyo, con ecuanimidad. Su éxito está en mantener la credibilidad partido tras partido.
 TEXTO COMPLETO
Daniel Roberto Viola-Director de Iusport Latinoamérica. (Versión especial).
Abogado-Universidad de Buenos Aires-Argentina. Posgraduado Curso Derecho y Management del Deporte U.C.A.- F.I.F.A.-C.I.E.S.- Socio Estudio Viola & Appiolaza-Buenos Aires-Argentina.
|
|
Modificado el ( 10 de mayo de 2013 )
|
