Salvando
las distancias, las recientes declaraciones de Sara Carbonero en las
que (como periodista?) afirma estar convencida de que existe cierta
división entre la plantilla del Real Madrid y José Murinho, nos ha
traído a la memoria los episodios vividos en Francia con Valérie
Trierweiler, la
compañera del presidente François Hollande, y reabre inexorablemente el viejo debate sobre los límites de la profesión
periodística.
En el programa mexicano 'La Jugada' de Televisa, Carbonero reconoció que es un secreto a voces la división dentro del vestuario del Real Madrid ya que los jugadores no comulgan con Mourinho. "El clima del vestuario no es bueno. Es 'vox populi' que los jugadores no comulgan para nada con su entrenador"
Valérie Trierweiler
Tras varios sonados incidentes, a finales de 2012, Valérie Trierweiler optó por renunciar a la televisión y a otros proyectos periodísticos en los que estaba involucrada antes de mudarse al palacio presidencial.
En el país galo, pocos aceptaron de buen grado el episodio en el que la primera dama envió un tuit de apoyo a un socialista tránsfuga enfrentado a la ex del mandatario, Ségolène Royale.
Según admitió ella misma en una conversación con los periodistas de Le Monde, cuando llegó al Elíseo, tras las elecciones del 6 de mayo, le costó asumir lo que estaba ocurriendo. Trierweiler hizo referencia a un “rechazo inconsciente del papel” de primera dama, pero asegura aceptar ahora, después de mucho esfuerzo, que forzosamente se ha convertido en un personaje público.
Volviendo a Sara Carbonero. La periodista española analiza todas las semanas la actualidad del Real Madrid en el citado programa mexicano.
Es público y notorio que es pareja sentimental de Iker Casillas, y también son públicas y notorias las disimuladas desavenencias entre el portero principal del club blanco y su entrenador, hasta el punto de que el técnico ha llegado a la osadía (su sentencia de muerte) de dejarlo como suplente en más de una ocasión.
El Código deontológico de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), aprobado en Asamblea Ordinaria celebrada en Sevilla el día 27 de Noviembre de 1993, establece lo siguiente:
"20. El periodista no utilizará nunca en beneficio propio las informaciones privilegiadas de las que haya tenido conocimiento como consecuencia del ejercicio profesional".
Sintonía, pues, entre la norma aplicable -aunque sea deontológica- y el rechazo popular a las informaciones que Sara Carbonero ofrece sobre el Real Madrid. Así lo ratifica una encuesta en la que es reprobada por el 72 por ciento de los votantes.
Nosotros lo suscribimos. La conducta de Carbonero, en cuanto concierne al Real Madrid, es rechazable éticamente. Sencillamente, debería abstenerse de informar sobre el club blanco, salvo para dar cuenta de hechos irrelevantes.