30 de septiembre de 2012 |
La protección de datos y el deporte
Por Laura MORENO ALBA
Fiat iustitia, ruat caelum:”que se haga justicia aunque se hunda el cielo”. Esta firme determinación de cumplir con el deber, cueste lo que cueste, y sin importar qué consecuencias traiga debió motivar en 2003 a un federado de la Federación Catalana de Ajedrez a presentar una denuncia ante la Agencia de Protección de Datos por considerar que dicha Federación había procedido a publicar sus datos personales, entre los que se encontraba su fecha de nacimiento en la web de la Federación sin su consentimiento.
Olvidó tal federado indicar que los motivos que lo llevaron a hacer dicha denuncia era que había sido miembro de la Junta Directiva y de la Comisión Ejecutiva de la Federación como cargo I de la misma desde 1995 hasta junio de 2003, y que él mismo había aprobado la publicación en la web de dichos datos, que empezaron a publicarse en 1996, siendo cesado en 2003 por un proceso electoral interno. Motivos que llevaron a que el 29 de abril de 2005 se archivase tal denuncia. Operari sequitur esse o “cual es el cuervo, tal es el huevo.”
Este caso sólo es un ejemplo de como en muchas ocasiones utilizamos el Derecho y los instrumentos que el Estado de bienestar nos brinda, como herramientas dañinas, olvidando por completo la finalidad y los principios que los guían. Y es que a veces las Federaciones y los federados entran en la dinámica de una relación de amor-odio, donde es difícil cuantificar y calificar las consecuencias negativas que tales sentimientos les llevan a soportar.
TEXTO COMPLETO (8 páginas)
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Modificado el ( 03 de octubre de 2012 )
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