SE CALIENTA LA PRECAMPAÑA ELECTORAL EN EL BARÇA
ASUNTOS INTERNOS
Sus dirigentes reformulan el concepto de "auditoría de seguridad"
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha comentado por primera vez el caso de espionaje que sacude al club, dejando claro que detrás de todo esto hay una persecución personal.
Un día antes, el mismísimo Director General reconoció una "auditoría de seguridad" a cuatro de sus vicepresidentes, matizando que lo hizo a espaldas del propio presidente del Club.
El Club reconoce los hechosEl Club ha reconocido que fueron objeto de una "auditoría de seguridad" Jaume Ferrer, Rafael Yuste, Joan Franquesa y Joan Boix, casualmente los directivos que se habían postulado como posibles aspirantes a encabezar una candidatura continuista de cara a las proximas elecciones. De la lista quedaron excluidos, otra casualidad, dos íntimos amigos de Laporta: Alfons Godall y Xavier Sala i Martín, dicen que delfín favorito del presidente y que ingresó oficialmente como directivo el 23 de abril. Joan Oliver, director general del Barcelona, en su comparecencia ante los medios de comunicación en el Camp Nou después de que el escándalo fuese destapado por 'El Periódico de Catalunya', declaró que el Club en ningún caso "espió" a los vicepresidentes, sino que ordenó una "auditoría de seguridad" que él entiende de "uso habitual", aunque declinó concretar esta afirmación. Y añadió: con la auditoría de seguridad, que costó 56.000 euros, "se verifican las informaciones que hay en los registros y en los lugares públicos sobre esta persona y se pregunta en determinados ambientes si hay informaciones relevantes sobre ella. No se hace un seguimiento a la persona ni se intervienen teléfonos ni correo".Las evasivas de LaportaLas
ulteriores respuestas evasivas de Joan Laporta en su comparecencia pública ponen
de manifiesto un auténtico callejón sin salida para el presidente
-saliente- del mejor club de Europa en estos momentos. Al carecer de
respuestas ante tamaña felonía (o lo autorizó, imperdonable, o delegó
en otro para que pudiera ordenarlo, idem), despejó a corner diciendo
que se siente objeto de una persecución. "Me tienen ganas por mi forma
de pensar", apostilló. El detonanteLa cuestión arrancó en marzo, cuando -supuestamente- el vicepresidente Joan Franquesa, encargado del patrimonio del club, alertó a la Entidad de que tenía indicios de que estaba siendo investigado y seguido. A continuación, el director general contrató directamente, como quien contrata a un fontanero, los servicios de la empresa de seguridad Método 3 para confirmar estas sospechas y extendió la vigilancia a tres vicepresidentes más. El director general del Barcelona explicó que se pagó 56.000 euros y que "se hizo con discreción, si no se perdería eficacia. Fue un proceso normal, un hecho sin trascendencia especial", incidió Oliver.Los dossiers de la agencia 'Método-3', que según los implicados fueron realizados por espacio de 15-20 días, contienen una relación de las empresas de cada uno de ellos, sus ingresos y varias referencias a su vida personal. No se incluyen fotografías. "Por supuesto, no encontraron nada raro en las investigaciones. Estamos todos limpios", comenta uno de los vicepresidentes, que admite que esta historia "perjudica a todos". Otros casos de espionaje
El caso que comentamos del FC BARCELONA nada tiene que ver con los
casos mas recientes ocurridos en el mundo del deporte en materia de
espionaje.
El 'moggigate' acabó en Italia con la Juve en segunda. En 2006,
Moratti, presidente del Inter, denunció la compra de los árbitros por
parte de la Juve. Las llamadas 'pinchadas' entre Moggi y el Jefe de
arbitraje resultaron claves.
El caso Ferrari-McLaren hizo saltar chispas. Nigel Stepney, jefe de
mecánicos de Ferrari, pasó datos confidenciales sobre sus monoplazas a
Mike Coughlan, encargado de ingeniería de McLaren, que fue sancionada
O P I N I Ó N
Lo acaecido suscita de entrada algunas preguntas:
1.- ¿Puede un club someter a una "auditoria de
seguridad", incluso en la acepción dada por Oliver, a tres
vicepresidentes -supuestamente para protegerlos- sin el consentimiento
de los propios afectados ?
2.- ¿Puede un cargo intermedio ordenar esa eufemística
"auditoria de seguridad" sin la previa autorización expresa del órgano
superior de gobierno de la Entidad?
3.- Si efectivamente fuera así en el BARÇA, ¿admitirían
los socios que tal tipo de decisiones pudiesen tomarse y, además, que se
delegasen en un ejecutivo?
4.- ¿Qué credibilidad le queda a los vicepresidentes
"auditados" cuando han callado durante varios meses, habiendo reconocido
tres de ellos que no habían sido informados?
Sea como fuere, ciertamente en el BARÇA estamos ante un
asunto interno, sin afectación a terceros, pero ello no obsta para
considerar que su gravedad deslegitima absolutamente a los dirigentes
que han ordenado estas prácticas o delegado su decisión en otras
personas. |
IUSPORT. 27 de septiembre de 2009.
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