OPINIÓN

LA FIFA RESTRINGE LA LIBERTAD DE INFORMACIÓN EN EL MUNDIAL 2006

LA FIFA CENSURA LA PUBLICACIÓN DE IMÁGENES DIGITALES DEL MUNDIAL DE ALEMANIA DE JUNIO DE 2006

Por Javier Latorre Martínez

 

¿Respeta FIFA el derecho a la información? ¿Respeta FIFA a los aficionados al fútbol? ¿Permite FIFA que terceros puedan participar en una pequeña parte de su "negocio empresarial"?. Por lo que comentaré a continuación, la respuesta es clara: NO. Es evidente que un Mundial de Fútbol es un tesoro demasiado mediático para dejarlo escapar.

La FIFA ha impuesto severas restricciones a la información proporcionada por los medios de comunicación que cubran el Mundial de Fútbol que se disputará en Alemania entre el 9 de junio y el 9 de julio de 2006. La FIFA prohibirá la publicación y difusión de las fotografías de los encuentros hasta trascurrida una hora de su finalización. Con esta nueva regulación sólo podrán visionarse fotografías de cualquier partido antes de su terminación en el sitio oficial que la FIFA dispondrá a tal fin. Esta grave medida afectará a la prensa escrita, y, en gran medida, a los medios digitales, cuya plataforma es Internet. Es decir, los diarios on-line serán los principales perjudicados de esta nueva regulación de FIFA.

Esta nueva regulación sorprende desagradablemente, y más cuando no han pasado ni veinte días desde que el Presidente de FIFA, JOSEPH BLATTER, empleó una agresividad desmesurada contra el entorno del fútbol y contra los propios profesionales (jugadores, agentes intermediarios, directivos) en su artículo publicado en The Finantial Times "La codicia amenaza al deporte rey" ("Greed is threatening the beautiful game"). Muchos de estos personajes fueron calificados como deshonestos y avariciosos, persiguiendo el único objetivo de incrementar sus propios ingresos. En mi anterior escrito del pasado 21 de octubre en IUSPORT hice un análisis pormenorizado de sus palabras, en las que ha criticado con dureza los excesos financieros que se están produciendo actualmente en el mundo del fútbol.

Creo que sería conveniente recordar someramente que esas palabras fueron escritas con el trasfondo del importante juicio al que la FIFA se enfrenta en el Tribunal de Comercio de la pequeña localidad belga de CHARLEROI, donde el Club local actúa como demandante y en el que el G-14, formado por los Clubes más prestigiosos y poderosos de la Unión Europea, suscribe también dicha demanda basada en el flagrante abuso de posición dominante que supone la normativa FIFA sobre cesión de jugadores a las selecciones nacionales.

Puede confirmarse con certeza este abuso en la próxima y ya segura convocatoria de los jugadores brasileños del Barcelona y Real Madrid para disputar con su selección dos encuentros amistosos en Kuwait y Abu Dhabi, los días 12 y 15 de noviembre, tan sólo unos días antes del próximo clásico de la Liga Española Real Madrid-Barcelona que se disputará el próximo día 19 de noviembre. La selección brasileña, con el beneplácito de la FIFA, percibirá cuatro millones de euros por esos dos partidos amistosos y los dos Clubes españoles nada de nada. La FIFA asegura que se preocupa por el espectáculo deportivo, y yo me pregunto, ¿existe algún espectáculo con más interés que el duelo entre nuestros dos clásicos equipos, con millones de seguidores en todo el mundo que lo presenciarán a través de TV?. Que no se lesionen Ronaldinho, Robinho, Roberto Carlos, Edmilson...

Quizás en ese artículo citado en el diario económico inglés, BLATTER quiso presentarse con una actitud moralizante ante la opinión pública, como Presidente de una Institución modélica como la FIFA, entidad que teóricamente debe velar siempre por el interés general en este deporte, para evitar desigualdades entre ricos y pobres, acordándose siempre de los menos favorecidos. Llegó a criticar las "cantidades pornográficas de dinero" de dudosa procedencia que se mueven en este negocio del deporte rey y se quejó amargamente del precio de las entradas, como freno a la expansión del fútbol, y abogó por la ética, honradez y transparencia. Desde luego, lo que seguro que no consiguió fue soporte mediático a sus palabras. No debió ser en exceso convincente.

Entre las diversas restricciones que se impondrán a los medios de comunicación acreditados en el Mundial de Alemania, figuran las siguientes:

Prohibición de la difusión de fotografías de los partidos hasta una hora después de que terminen (recordemos que la intención inicial de FIFA era que sólo pudieran ser publicadas dos horas después de su final).

Se obliga a la difusión de las fotografías exclusivamente en forma estática. Es decir, se prohíbe elaborar con ellas vídeos; tampoco podrán ser utilizadas en movimiento.

Se impide la publicación de más de cinco fotografías de cada tiempo de juego (diez por partido en total).

En el caso de la existencia de prórroga, se podrán publicar como máximo dos más en cada tiempo de la misma.

Si transcurrida la prórroga fuera necesaria la tanda de penaltis, sólo podrán publicarse dos instantáneas más.

En la celebración de las ceremonias de apertura, clausura y entrega de trofeos, sólo podrán publicarse cinco fotografías.

La WAN (WORLD ASSOCIATION OF NEWSPAPERS-ASOCIACIÓN MUNDIAL DE PERIÓDICOS), con sede en París y que representa a unos 18 mil diarios internacionales, ha reaccionado rápidamente y ha dado la voz de alarma, criticando con dureza la postura de FIFA. Su Director General TIMOTHY BALDING ha indicado que se trata de un "severo freno a la libertad de los editores y redactores jefes de informar a sus lectores", restringiendo el trabajo de los periodistas. Según él, los editores de todo el mundo serán sencillamente incapaces de facilitar a los lectores la información inmediata que ellos esperan en la era de la información instantánea.

En estos momentos, tanto la WAN como la EMPA (ASOCIACIÓN DE EDITORES DE PERIÓDICOS EUROPEOS), están negociando con FIFA para evitar este "embargo encubierto" de imágenes de este acontecimiento deportivo. Como mínimo, han conseguido que el "lapsus temporal del embargo" sea sólo de una hora tras la finalización del encuentro, en lugar de las dos horas previstas inicialmente. No obstante, ambas asociaciones siguen considerando que no es suficiente, ya que no observan ninguna razón válida para imponer cualquier restricción sobre los plazos de transmisión.

Está claro que esta polémica medida de la FIFA contra los medios en Internet se trata simplemente de una cuestión puramente económica: quien pague, "barra libre" y quien no pague, "agua" y a conformarse con la regulación vigente. Los sitios web de Internet y los proveedores de contenidos para teléfonos móviles y los propios operadores celulares podrán ofrecer imágenes en directo y en exclusiva, siempre y cuando hayan pagado "sus impuestos" a FIFA. Puede concluirse que con la nueva regulación el único modo de poder visualizar una fotografía de un partido con anterioridad a la hora posterior de su finalización será a través del sitio oficial que indique FIFA.

Para la WAN, la difusión de fotografías no tiene nada que ver con la emisión de contenidos en directo de los partidos ni se está desafiando el derecho de la FIFA para vender los derechos de imagen. Es manifiesto que la publicación inmediata de imágenes estáticas no afecta en ningún caso a estos derechos.

Estas organizaciones de medios de comunicación aseguran que a FIFA le interesa permitir la difusión gratuita sobre sus competiciones deportivas. La FIFA no debería olvidarse que estos medios de comunicación han contribuido históricamente a la popularidad y desarrollo que ha alcanzado el deporte rey en todos los rincones del planeta, y, además, continúan haciéndolo.

El riesgo que se nos presenta en la actualidad es que estas restricciones puedan extrapolarse a las competiciones nacionales de fútbol y a cualquier otro acontecimiento deportivo (otras organizaciones internacionales están estudiando reglas similares). De hecho, en los últimos Juegos Olímpicos de Atenas, el Comité Olímpico Internacional ya impidió a los deportistas olímpicos que difundieran las fotografías que habían tomado de las diversas competiciones en medios de comunicación que no hubieran abonado con anterioridad los derechos correspondientes. Este nuevo episodio de mercantilismo abusivo debería ser atajado de raíz.

En cualquier caso, lo que aquí se está planteando es la búsqueda de un equilibrio entre los derechos de imagen de los partidos de fútbol y el derecho que tienen los medios de comunicación a ofrecer información a sus lectores.

Sin embargo, la pregunta curiosa que nos podemos hacer es la siguiente: ¿podrá la FIFA impedir a los miles de espectadores que presenciarán los encuentros del Mundial que utilicen sus teléfonos móviles de última generación, con cámara de fotografía incorporada y navegadores Internet, y que envíen mensajes a sus blogs con imágenes adjuntas de los partidos, con la posibilidad de su posterior libre difusión?. ¿FIFA ha evaluado el número de "fotógrafos ilegales" que se colarán en sus estadios?. ¿Cómo controlará FIFA su entrada en los recintos deportivos?. ¿Obligarán a dejar los teléfonos móviles de cada espectador en unos "cestos" antes de acceder al estadio, junto con las bengalas y los palos y objetos contundentes que sean requisados a los seguidores ultras en cada partido? ¿Cómo los devolverán a sus propietarios al final de los partidos?. ¿Empezará FIFA a demandar civil y penalmente sin tregua alguna a los presuntos infractores?. ¿Tendrá un ejército de letrados a su disposición para pleitear en todos los rincones del planeta?. Ridículo planteamiento. Estoy expectante en conocer los pormenores de la regulación de las respuestas a estas preguntas.

La conclusión es meridianamente clara: la FIFA pretende restringir y limitar a niveles insospechados las tareas habituales de los medios de comunicación, ignorando cualquier derecho a la información de los aficionados, por motivos meramente económicos. FIFA ha decidido que Internet es el siguiente paso de su próspero negocio. No le basta con el control exhaustivo que realiza de las televisiones. Quiere controlar el negocio emergente en Internet. Pero creo que "esta vez ha pinchado en hueso" y más cuando Internet actualmente es lo que es, con sus ventajas e inconvenientes, y con una regulación jurídica con todavía excesivas lagunas de derecho. Es patente que las nuevas tecnologías evolucionan a velocidad de crucero mientras que la evolución del derecho, adaptándose a las nuevas realidades sociales, mantiene siempre una velocidad sin duda más lenta.

¿Es lógico que una fotografía tomada en el minuto 1 de un partido no pueda ser vista hasta tres horas después?. Como decía en mi artículo del pasado 21 de octubre, la FIFA puede estar violando continuamente la normativa comunitaria en materia de competencia al actuar simultáneamente como regulador y agente interesado en el mismo mercado. FIFA confunde lo que significa el negocio del fútbol y el pay per view (pago por visión) con el derecho a la información de los ciudadanos en general.

No deja de ser sarcástico este nuevo episodio protagonizado por FIFA. Resulta patético que esta regulación tan restrictiva se produzca pocas horas después de recordarnos el Presidente de FIFA, en su artículo en The Finantial Times, que "el fútbol debe permanecer como un entretenimiento para todos" y criticar con dureza la avaricia que se está apoderando de este "hermoso juego". Según él, FIFA no permitirá más que la codicia se apodere del mundo del fútbol. Sin embargo, ¿no fue BLATTER quién dijo que en este deporte se estaba cultivando un "capitalismo salvaje al estilo del Far West"? ¿Puede llamarse también "capitalismo salvaje" a lo que pretende hacer FIFA ahora con las imágenes digitales?. Creo que, sin duda alguna, lo es.

Poco ha tardado BLATTER en olvidarse de sus bonitas palabras escritas. ¿Qué es lo que se pretende con estas nuevas medidas FIFA? La respuesta es sencilla: obtener cuantiosos beneficios con los millones de euros que pagarán esos sitios de Internet y los operadores móviles. ¿Entretenimiento para todos?. Sí, mientras se pase por caja. Debe recordarse que este tipo de restricciones ya se han implantado en la Premier League inglesa, con resultados nefastos, con un duro enfrentamiento entre los medios de comunicación y la liga de fútbol, que pretende cobrar derechos por la información a través de su empresa Football Data Co.

De todos modos, no es de extrañar esta respuesta de FIFA, si tenemos en cuenta las nuevas y recientes declaraciones que ha hecho JOSEPH BLATTER, en este caso a la BBC inglesa, recordando que:

"El balón es el mejor producto del mundo",

"El fútbol influye en la política y en la cultura"

"Un Mundial tiene más relevancia que unos Juegos Olímpicos"

Evidentemente, conoce muy bien el producto que tiene entre manos y el poder e influencias que representa. Como muestra, los siguientes datos:

1) En el último Mundial del año 2002 disputado conjuntamente en Corea y Japón, la audiencia televisiva acumulada fue de 28.800 millones de espectadores.

2) La final Brasil-Alemania concentró a 1.000 millones de televidentes.

3) La página web oficial de FIFA fue visitada 2.000 millones de veces durante el Torneo.

4) Las previsiones para el Mundial de 206 superan todos estos datos.

La duda que nos podemos plantear es si toda esta nueva regulación es obra exclusiva de FIFA, o bien, si existe algún interés oculto por parte de esos privilegiados operadores de telefonía celular o proveedores de Internet que ofrecerán contenidos en directo, con el objetivo indirecto de la captación de nuevos clientes. De hecho, algunos de ellos ya han mostrado su gran predisposición a pagar los derechos que imponga FIFA, ya que intuyen grandes posibilidades de negocio en este tipo de contenidos.

En párrafos anteriores citaba el peligro que puede suponer que esta epidemia mercantilista se traslade a las competiciones domésticas. Es conveniente recordar que en España también se ha producido ya alguna situación análoga. Recientemente el diario gallego LA VOZ DE GALICIA sostuvo un litigio en los Tribunales con el DEPORTIVO DE LA CORUÑA, Club de Fútbol de Primera División de la Liga española, con objeto de poder acceder al estadio de Riazor con un periodista y un fotógrafo en cada partido oficial. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña reconoció al diario citado el derecho a obtener y recibir información, en igualdad de condiciones con otros medios de comunicación, y el derecho a acceder gratuitamente al estadio municipal de Riazor, sin necesidad de pagar los 18.000 euros que le exigía el Club coruñés en el año 2003 por la segunda y siguientes acreditaciones (la primera era facilitada gratuitamente por el club coruñés).

El fallo de la Audiencia recuerda que en nombre de la libertad de empresa no se puede invocar un derecho de propiedad sobre los acontecimientos deportivos. Debe remarcarse que este tipo de acontecimientos, a diferencia de los espectáculos artísticos, no se hallan amparados por la Ley de Propiedad Intelectual. La conocida como "Ley del Futbol" de 1997 reconoce en su artículo 2 que la cesión de los derechos de retransmisión no puede limitar o restringir el derecho a la información, para lo que los medios tendrán libre acceso a los estadios y recintos deportivos.

Esperemos que la cordura y la razón se impongan con rapidez en el deporte profesional, antes de que se mate definitivamente "la gallina de los huevos de oro".

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Barcelona, 3 de noviembre de 2005.

Javier Latorre Martínez

Socio AEDED. Vicepresidente FCB.

e-mail: javierlatorre.m@telefonica.net