Resumen

Asistimos, en los umbrales del siglo XXI, a un período de cambios estructurales con la subsiguiente aparición de nuevos modelos deportivos más diversificados y las respuestas en la educación superior en un mundo que se transforma, deben guiarse por criterios de pertinencia y calidad.

Esta sociedad en transformación, requiere una adaptación de la universidad y una adecuación de la formación universitaria a las expectativas de la demanda social y del mercado laboral.

El binomio formación-empleo debe llevar a la correspondencia entre la formación requerida por los puestos de trabajo y la formación aportada por los centros universitarios.

El binomio marco curricular-perfil profesional debe llevarnos a una cuestión previa: determinar el currículo de cada titulación de forma contextualizada, teniendo en cuenta el perfil profesional que pretende cada ciclo formativo.

Es necesaria una ordenación general del sector que defina y regule de forma clara y precisa el estatuto competencial para cada título y profesión y debe propiciarse una adecuación entre el currículo y el perfil de las titulaciones deportivas universitarias y no unversitarias.

Palabras clave:

formación universitaria, ciencias del deporte, perfiles profesionales, formación-empleo, marco curricular-perfil profesional, ordenación de las titulaciones.

Introducción

En los umbrales del siglo XXI estamos asistiendo a un período de cambios estructurales en la sociedad con la subsiguiente aparición de nuevos modelos deportivos más diversificados. Esta sociedad en transformación, requiere una adaptación de la universidad y una adecuación de la formación universitaria a las expectativas de la demanda social y del mercado laboral.

La universidad debe asumir la función que por ley tiene atribuida bajo premisas de excelencia académica y rentabilidad social.

Por ello, al hablar de formación universitaria en las ciencias del deporte, no podemos soslayar la contextualización en la que debe enmarcarse y tener en cuenta la evolución y el cambio del comportamiento del mercado laboral deportivo.

La formación universitaria en las ciencias del deporte es muy reciente, si tenemos en cuenta que es a partir de la Ley 10/1990 del Deporte cuando "de iure" se inicia el proceso de adecuación de las enseñanzas de Educación Física que se imparten en los INEF a lo establecido en la Ley de Reforma Universitaria.

A partir de dicha Ley, se suceden en breve tiempo diferentes normativas reguladoras de los estudios y de su normalización en el seno de la universidad.

Así, el R.D. 1423/1992 se refiere a la incorporación de las enseñanzas de Educación Física a la universidad y el R.D. 1670/1993, de 24 de noviembre, establece el título universitario oficial de Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

Este último decreto, define un antes y un después para la Educación Física y para las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, como tendremos oportunidad de referirnos más adelante.

Establece también las directrices generales propias de nuevos planes de estudio, en concordancia con las directrices generales comunes de los planes de estudio de todos los estudios universitarios y a partir del 20/10/93 se concedía

un plazo de tres años para solicitar al Consejo de Universidades la homogeneización de los nuevos planes de estudio.

Para completar esta breve panorámica normativa, hay que reseñar el R.D. 1440/1991, de 30 de agosto por el que se crea el título de primer ciclo universitario de Maestro Especialista en Educación Física y es la Orden Ministerial de 11/10/94, la que determina las titulaciones y los estudios del primer ciclo y los complementos de formación a realizar para el acceso a los estudios del segundo ciclo de la licenciatura.

El binomio formación-empleo ha sido tratado por distintos autores. Entre ellos, J. Martínez del Castillo (1995), apunta la necesidad de sincronización de las ofertas de empleo y de formación en los planos cuantitativo (ritmos de producción de los titulados) y cualitativo, que es al que nosotros nos referiremos en el presente trabajo; es decir, el de la correspondencia entre la formación requerida por los puestos de trabajo y la formación aportada por los centros universitarios.

Por su parte, J.L. Hernández Vázquez (1995), señala que en la relación formación-empleo debe tenerse en cuenta la demanda potencial y real del mercado laboral para tratar de conseguir un equilibrio entre la oferta y la demanda, mediante una adecuada relación titulación-ocupación.

Por último, nosotros (F. Amador 1996), hemos expuesto que el binomio marco curricular-perfil profesional debe llevarnos a una cuestión previa: determinar el currículo de cada titulación de forma contextualizada, teniendo en cuenta el perfil profesional que pretende cada ciclo formativo.

En el segundo trimestre de 1991 el mercado del trabajo se cifraba en 42.679 empleos en los cuatro sectores empleadores: enseñanza, entrenamiento, animación y dirección de instalaciones deportivas, con una alta diversificación que "no ha sido acompañada de los necesarios cambios en los sistemas de enseñanzas y titulaciones físico-deportivas produciéndose claros desajustes entre las cualificaciones requeridas por los puestos de trabajo y las cualificaciones que apuntaban los técnicos a través de las formaciones iniciales", (J. Martínez, 1995, p.5).

Realidad del sector deportivo.

Los centros universitarios de formación de licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte no pueden ser ajenos a la realidad socioeconómica del sector y particularmente, a los siguientes aspectos:

1. La falta de regulación del sector: En muy pocos años se ha producido la irrupción en el mercado del trabajo de numerosos titulados: TAFAD y maestros especialistas, sumándose a los licenciados de los últimos inef y facultades creadas, así como a los técnicos federativos que ya venían produciéndose desde las federaciones deportivas.

Dicha implantación se ha producido de forma descontextualizada, encontrándonos en muy poco tiempo con diversas titulaciones académicas en los niveles universitario y no universitario que se solapan fácilmente en sus perfiles.

Mostramos la situación actual de las titulaciones deportivas en el siguiente esquema:

SISTEMA EDUCATIVO UNIVERSITARIO

SISTEMA EDUCATIVO NO UNIVERSITARIO

TITULACIONES DEPORTIVAS

 

DOCTOR EN CIENCIAS DE LA ACTIVIDAD FISICA Y EL DEPORTE

 

LICENCIADO EN CIENCIAS DE LA ACTIVIDAD FISICA Y EL DEPORTE

 

 

 

TAFAD

 

 

CICLO FORMATIVO DE GRADO SUPERIOR

 

TECNICO DEPORTIVO SUPERIOR

 

TECNICO DEPORTIVO MEDIO

 

 

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complementos

de formación

 

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MAESTRO ESPECIALISTA EN EDUCACION FISICA

CICLO FORMATIVO DE GRADO MEDIO

TECNICO DEPORTIVO ELEMENTAL

No se ha tenido en cuenta la realidad global del sector ni los resultados de los análisis prospectivos realizados de demanda social del deporte y de su mercado laboral, lo cual nos lleva a suponer la enorme confusión que en la sociedad puede producirse, en las denominaciones y en las competencias que a cada nivel se supone se le atribuyen. ejemplo).

Por tanto, desde nuestro punto de vista, es necesaria una ordenación general del sector que defina y regule de forma clara y precisa el estatuto competencial para cada título y profesión. De esta manera, el Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, con el estatuto profesional, debe encontrar su espacio laboral amparado legalmente y reconocido socialmente.

2. El voluntarismo en el deporte: Quizás no exista un sector en donde el voluntarismo sea tan acusado. Entre las causas, habría que considerar su propia ubicación en el sector servicios, como actividad secundaria y el carácter tutelar que desde el Estado se dio al deporte como servicio público. De hecho, no habría economía que pudiera soportar el coste económico estimado en horas del asociacionismo deportivo o el deporte base por ejemplo, si no fuera por la concepción que existe en torno a su desarrollo. A lo sumo, se observa en algunos sectores un indeterminado número de subempleos, (deporte escolar, actividades extraescolares, deporte para todos, promoción deportiva municipal) , más propios de la economía sumergida.

Un caso a título de ejemplo: El presupuesto de la Consejería de Deportes del Cabildo Insular de Tenerife entre 1988 y 1996 ha ascendido a 6.455.075.728 ptas. que se ha ejecutado en distintas legislaturas en las tres siguientes áreas: promoción, (juegos escolares, ayuda al deporte base y escuelas deportivas municipales); tecnificación, (escuelas deportivas de tecnificación y formación de cuadros) y recreación, (grandes eventos y deportes para todos). Atiende el Cabildo en cooperación con los ayuntamientos, a 900 escuelas deportivas municipales en 7 zonas y existe un programa de ayuda a equipos de alto rendimiento.

Pues bien; con todo ello pudiera pensarse en una gran infraestructura personal de titulados superiores, técnicos deportivos o monitores cuando en realidad cuenta con una plantilla fija de 12 personas, de las que únicamente 3 son Licenciados en Educación Física.

3. El intrusismo profesional: Es consecuencia de la falta de regulación en el sector. Si no están establecidas o no se conocen exactamente las funciones de cada titulación y por tanto, los límites del ejercicio de las competencias profesionales, el intrusismo será inevitable.

En otros ámbitos profesionales, la titulación académica superior es el punto de referencia para los niveles subordinados lo cual ocurre en materia deportiva.

Desde nuestro punto de vista, el Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte es el título universitario de nivel superior máximo y capacita para el ejercicio en la enseñanza y profesiones extra-docentes del sector deportivo, (gestión, recreación, ...), con funciones cognitivas superiores, de dirección y de coordinación.

El Maestro Especialista en Educación Física es el título universitario de nivel medio y su formación académica se orienta para el ejercicio de la docencia en el nivel de enseñanza primaria y secundaria obligatoria.

Los ciclos formativos de formación profesional y titulaciones deportivas, de nivel académico no universitario, se orientan, los primeros al campo laboral en tareas técnicas subordinadas a las del Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y las

segundas, a la formación deportiva en sus diferentes etapas, al entrenamiento y a la dirección técnica de equipos o clubes.

4. Nuevos modelos de gestión deportiva: Los nuevos modelos surgen teniendo en cuenta:

- El papel de la iniciativa privada frente a la pública

- Una normativa laboral permeable en cuanto al tipo y la duración de las contrataciones laborales.

- Que desde las propias Administraciones públicas se ha alentado el modelo de "gestión interesada" de programas e instalaciones deportivas en sustitución de l a "gestión propia" y

- El fenómeno creciente del "autoempleo" por el de "empleado".

5. El techo de oferta en el sector educativo: De acuerdo con los datos aportados por el estudio de J. Martínez, (1991), la oferta total de puestos de trabajo en la enseñanza secundaria y bachillerato oficial será muy inferior en número hasta el año 2020 que el número de titulados que hay en el momento presente. Hay que decir claramente pues que en la enseñanza no hay perspectivas de trabajo a corto y medio plazo, teniendo en cuenta la oferta anual de plazas ofertadas.

6. El ejercicio libre profesional: Considerando la realidad del sector de la enseñanza y de las tendencias que se apuntan en la Administración pública del deporte, el autoempleo, la iniciativa empresarial y la creación de cooperativas y sociedades enmarcado todo ello bajo el epígrafe del "ejercicio profesional", debe ser un referente a tener en cuenta.

7. El perfil de los políticos del deporte en la Administración local: La idea generalizada que se percibe de los concejales de deportes, (quizás por la procedencia o experiencia anterior del edil en el deporte federado), es que en muchas ocasiones actúan y deciden más como técnicos que como políticos.

Mientras que en otras áreas, -pongamos por caso urbaismo, el concejal "no hace los planos" , en el deporte y de deportes, "sabe todo el mundo".

Aunque esta tendencia ha ido disminuyendo en los últimos años, -sobretodo por la mayor presencia de titulados INEF y Facultades), persiste sobretodo en el segmento de municipios de menos de 20.000 habitantes.

8. La complementación/vertebración de las Maestrías con el sistema del deporte federado: Después de la experiencia de casi treinta años con las maestrías y/o Aplicaciones Específicas Deportivas de los INEF y Facultades, hemos de reconocer que no ha existido la deseada correspondencia entre el número de titulados y el número de empleados. La inserción federativa ha sido más personal y puntual que por la vía institucional.

9. La demanda social: Hay que tener en cuenta que las actividades relacionadas con el sector deportivo son marcadamente sensibles a las condiciones económicas y niveles de renta. Debemos conocer pues el incremento de consumo privado destinado a actividades recreativas, culturales y deportivas. Por otra parte, es necesario considerar el comportamiento presente y la previsible demanda social del deporte, para atender con adecuadas fórmulas de ajuste el mercado laboral.

10. El comportamiento del mercado del ocio y el turismo: Es conocido que el turismo es la primera fuente de ingresos , siendo España potencia mundial de primera magnitud, lo cual no se ha correspondido hasta la fecha con una oferta de empleos para el sector, entre otros, por dos importantes motivos: por la escasa o nula formación especializada que actualmente se oferta y porque es inexistentes la formación lingüística.

11. El mapa de las titulaciones: En un tiempo relativamente escaso, se han modificado las titulaciones de la licenciatura, (Licenciado en Educación Física por Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte) y se ha implantado la de Maestro Especialista en Educación Física. Por otra parte, han surgido otras titulaciones en la formación profesional, (TAFAD y ciclos formativos) y se ha establecido el marco regulador de las titulaciones deportivas.