Martes
19 enero
1999 - Nº 991

 

 

 





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DEPORTES
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Una ley permite a los jugadores holandeses romper sus contratos

SONIA ROBLA, Amsterdam
Cuando los clubes holandeses apenas han logrado recuperarse de los estragos que causó la sentencia Bosman entre sus filas, una nueva espada de Damocles pende sobre sus cabezas. La llamada Flexwet, una ley que ha entrado en vigor el 1 de enero para proteger a los trabajadores con contratos temporales, va a tener drásticas consecuencias en el mundo del fútbol: tras tres años de relación contractual, los jugadores pueden "despedirse" avisando con un mes de antelación y quedar libres en el mercado sin precio de traspaso.

A partir de ahora, todas las renovaciones se traducen en la práctica en un contrato indefinido que, según la ley holandesa, se puede rescindir unilateralmente. En el terreno de juego, esto significa que si Jari Litmanen decidiera renovar su contrato con el Ajax, podría en tan sólo unos meses hacer uso de la nueva legislación. El Sindicato de Jugadores Profesionales ha calculado que en los próximos años se verán afectados unos 350 futbolistas en Holanda.

Según ha explicado Harro Knijff, abogado especializado que representó a los hermanos De Boer en su cruzada para ir al Barcelona, la Flexwet sólo es aplicable en los casos de renovación y no para los primeros contratos. "Imaginemos que un joven talento firma por dos años. Después el club, si ve que es bueno, como ya se hizo con Kluivert entre otros, le quiere renovar por otros tres. El jugador tras un total de 36 meses puede ya marcharse adonde quiera sin que sea necesario pagar por él". El mismo principio juega para los futbolistas, ya en plantilla, que renueven a partir del 1 de enero.

Para no dejar desprotegidos a los empresarios en general y a los clubes en particular, la ley no se podrá esgrimir para poner fin a los contratos firmados antes.

Despido con preaviso

El pánico ha cundido entre los clubes, que no saben cómo hacer frente a la nueva situación. Uno de los más hábiles tomando posiciones ha sido el Roda, que en el mes de diciembre, antes de que la ley entrara en vigor, firmó con siete de sus jugadores contratos de muy larga duración. El resto de los clubes parecen permanecer a la espera de que se logre firmar un convenio colectivo, que podría establecer una excepción a la ley. Sin embargo, las negociaciones están estancadas y no es probable que se puedan descongelar, sobre todo teniendo en cuenta que, por la imposibilidad de llegar a acuerdos, el sector no tiene convenio desde el año 94.

El presidente del Sindicato de Jugadores Profesionales, Theo van Seggelen, ha advertido de que la ley también tiene consecuencias negativas para los jugadores. "Los estrella podrán beneficiarse y marcharse cuando les vaya bien, pero los clubes podrán por el mismo sistema de aviso de un mes rescindir los contratos con los futbolistas de segunda línea que no han cumplido con las expectativas", ha señalado. Van Seggelen ha manifestado su preocupación por una situación que ha calificado de "mortal para el fútbol".

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