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12.5.99
Se aplaza la posible reducción de no comunitarios para el 28 de mayo
  • En la reunión la AFE propuso la reducción del número de extranjeros no comunitarios a tres, en Primera División, y uno, en Segunda
 
EFE

Madrid

La reunión acerca de una posible reducción de extranjeros no comunitarios en los equipos españoles de fútbol que mantuvieron ayer, martes, representantes de la Federación Española de Fútbol (RFEF) con los de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) concluyó sin que llegase a ningún acuerdo, después de cinco horas.

Las partes, reunidas en la sede de la RFEF, acordaron volver a reunirse para tratar este asunto el próximo 28 de mayo. Según el presidente de la AFE, Gerardo González Movilla, está reunión será "la última" que se mantenga al respecto. 

En la reunión estuvieron presentes Ignacio Ayuso y Alberto Palomar, como representantes del Consejo Superior de Deportes, Antonio Baró y Pedro Tomás, presidente y secretario general de la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP), respectivamente, así como Rafael Carrión, del Sevilla, Clemente Villaverde, del Atlético de Madrid, Fernando Molinos, del Espanyol, Angel Fernández, del Valladolid, Juan Onieva, del Real Madrid, y Sabino Lópéz, de la U.D. Las Palmas.

Además, Gerardo González Movilla, Imanol Ibarrondo y Alberto López Moreno acudieron en representación de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), mientras que de la Real Federación Española de Fútbol estuvieron acudieron el presidente, Angel María Villar, el secretario general, Gerardo González, y Vicente Acebedo.     

Propuesta de la AFE

La reunión, que duró casi cinco horas, tuvo como esencial la propuesta de la AFE de reducción del número de extranjeros no comunitarios a tres, en Primera División, y uno, en Segunda. No obstante, los miembros de la LFP rechazaron esta posibilidad, bajo criterios "deportivos y de interés de los clubes, que quieren mantener la competitividad europea", según afirmó Pedro Tomás, secretario general.

Durante la reunión, las partes acercaron posturas y pusieron sobre la mesa sus aspiraciones. La LFP propuso al sindicato de jugadores un acuerdo por el que a partir de la temporada 2000-2001 y durante dos años, los equipos de Primera División pudieran disponer de cinco jugadores extranjeros no comunitarios en plantilla -con un máximo de cuatro en el campo, al mismo tiempo-, y cuatro en los de Segunda División -todos podrían jugar a la vez-. Durante el siguiente bienio, los extranjeros se reducirían en uno por categoría -cuatro en Primera y tres en segunda-.    

La AFE propuso un primer bienio con un máximo de cuatro licencias en Primera -tres actuando en el campo-, y dos en Segunda -con un único jugador en el terreno de juego-, mientras que a partir de la temporada 2002-2003 se reduciría a tres y una, respectivamente, como era el propósito de Gerardo González Movilla, presidente del sindicato de jugadores, para el año 2000.

La Federación actuó como árbitro

La Federación actuó como árbitro, aunque con intereses para que haya menos trabas para la actuación de los jugadores españoles en los equipos de la máxima categoría, que beneficiaría a la selección nacional. Así, propuso una solución intermedia: cuatro jugadores en Primera, durante el primer bienio, y tres, en el segundo, con posibilidad de actuar todos a la vez, y dos en Segunda, en ambos períodos.

Ante estas discrepancias, se ha propuesto el 28 de mayo como fecha prudencial para que las diferencias partes reflexionen y puedan llegar a un próximo acuerdo, aunque González Movilla declaró a la conclusión que sería "la última".

"Se nos ha pedido una última reunión para consensuar un acuerdo entre las partes, y hemos buscado el espíritu del Congreso de los Diputados, que insiste que las partes deben buscar la solución a través del diálogo", señaló el presidente de la AFE, "pero si el día 28 no hay acuerdo, será la última reunión".

Por su parte, Pedro Tomás, secretario general de la LFP, defendió los intereses de los clubes, sobre todo con el nuevo formato de las competiciones europeas, que exige que España queda entre los tres primeros países en la clasificación de la UEFA para mantener cuatro equipos en la Liga de Campeones.

"El perjuicio económico supone un sacrificio enorme para los clubes, que estarían dispuestos ha aceptar el acuerdo", expresó Tomás, quien rechazó rotundamente los extranjeros de calidad solicitados por la AFE, "por ser discriminatoria".