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La composición de la Agencia Antidopaje motiva discrepancias en la Conferencia de Lausana
  • El presidente de la Federación Española de Atletismo, José María Odriozola, muestra su escepticismo ante la Reunión sobre dopaje

Natalia Arriaga/EFE

Lausana (Suiza)

SamaranchLa composición de la futura Agencia Internacional Antidopaje se perfila como principal punto de discrepancia entre los más de 600 asistentes a la Conferencia Mundial sobre Dopaje que se celebra en Lausana, en la que ayer intervinieron una quincena de ministros de todo el mundo, junto con representantes de Naciones Unidas y del olimpismo.

El papel protagonista de los gobiernos, defendido principalmente por los países europeos, frente al rol preponderante de los organismos deportivos -COI y federaciones-, es el debate sobre el que se centraron la mayoría de las ponencias presentadas en la primera jornada de la Conferencia, inaugurada por Juan Antonio Samaranch.

Excluidos los gobiernos nacionales

Aunque, los gobiernos nacionales han sido excluidos de la estructura propuesta para la futura Agencia Internacional Antidopaje, hecho pública ayer por un grupo de trabajo dirigido por el vicepresidente del COI Richard Pound.

De acuerdo con la proposición que hoy será debatida, a la cabeza de la Agencia estaría un consejo presidido por el titular del COI y formado, además, por tres representantes de cada uno de estos grupos: el COI, las federaciones internacionales, los comités olímpicos nacionales, los deportistas y las organizaciones gubernamentales internacionales; a ellos se añadiría un representante de los patrocinadores, otro de la industria farmacéutica y uno más de la industria de artículos deportivos.

Durante el día de ayer numerosos ministros presentes en la Conferencia Mundial sobre Dopaje reclamaron para los estados gran parte, si no toda, la responsabilidad en esta materia. Los países de la Unión Europea fueron los más reivindicativos al respecto.

Tras conocer la propuesta que se estudiará mañana, España propuso a Alemania, Italia, Bélgica, Francia, Irlanda y Reino Unido que haya un pronunciamiento común en el debate a favor de la inclusión de los gobiernos.

Agencia Antidopaje Autónoma

El presidente del COI afirmó que este organismo "no es un tribunal, ni desea convertirse en uno", por lo que propuso la creación de "una Agencia Antidopaje autónoma", que estaría regida "por un panel de directores compuesto por representantes de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, científicos, representantes de los atletas y miembros del Movimiento Olímpico".

El peso relativo de cada uno de estos sectores es el primer punto de fricción que debe resolver la Conferencia en los debates que se abrirán hoy.

El presidente de la Comisión Médica del COI, el belga Alexandre de Merode, extendió el problema al ámbito judicial al apuntar que las sanciones antidopaje adoptadas por los organismos deportivos "deben ser reconocidas por los tribunales" para ser efectivas.

"Han de ser estrictas, pero aplicables, y estar respaldadas por los tribunales", indicó De Merode, conocedor de la falta de sintonía entre las sentencias de la justicia ordinaria y la deportiva en materia de dopaje.

Buffet, menos tajante

La conferenciante más esperada de la jornada, la ministra francesa Marie-George Buffet, mostró posturas menos tajantes que en sus anteriores intervenciones sobre el asunto y no hizo mención, por ejemplo, de la aplicación de condenas penales a los deportistas dopados. Buffet se mostró partidaria de que la nueva agencia antidopaje actúe en coordinación con las agencias nacionales, que están controladas, precisamente, por los estados.

Más radicales en este punto se mostraron Tony Banks, ministro británico de Deportes, y el belga Philippe Topagne, consejero del ministerio de la comunidad francesa. Banks sugirió que sea la ONU, y no el COI, quien controle la agencia internacional si finalmente ésta se crea tras la actual Conferencia, como parece seguro. En opinión de Banks, el COI no puede liderar la agencia porque ésta debe abarcar también a deportes que no están en el programa olímpico.

Topagne también se opuso a un organismo regulador coordinado por el olimpismo e insistió en que son los gobiernos los máximos, por no decir los únicos, responsables.

En otro orden de cosas, el belga llegó a proponer que a partir del año 2000 anulen las marcas deportivas y se haga una clasificación anual por puntos, para disuadir así a los atletas que buscan arañar segundos o centímetros mediante el dopaje.

El mexicano Rubén Acosta, presidente de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), es partidario de que sean las federaciones deportivas quienes tomen el protagonismo en la lucha contra el dopaje.

"Somos contrarios", resaltó, "a que sean los gobiernos quienes lo asuman. Es algo que sólo pueden llevar con éxito las federaciones deportivas, que son las que controlan las distintas competiciones".

La Comisión de Atletas del COI, representada por el patinador noruego Olav Koss, apoyó la creación de la Agencia Internacional, pidió un nuevo Código Médico y respaldó las sanciones duras para los infractores.

Un logotipo Internacional

Como propuestas innovadoras en la sesión de ayer cabe destacar la sugerencia italiana de que la lista de sustancias prohibidas incluya dos tipos de productos, los que son nocivos para la salud y los que alteran los resultados deportivos, y la española de que se cree un logotipo internacional que identifique sin lugar a dudas los medicamentos que contienen sustancias dopantes.

El presidente de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO), el mexicano Mario Vázquez Raña, mencionó la escasez de laboratorios antidopaje en grandes zonas geográficas -Sudamérica o Africa no tienen ninguno- y afirmó que la acreditación para hacer análisis "es el negocio de unos cuantos".

Entre los escépticos sobre los resultados de esta Conferencia, el presidente de la Federación Española de Atletismo, José María Odriozola. También catedrático de Bioquímica, Odriozola se mostró convencido de que la actual lista de sustancias prohibidas es ambigua y facilita que se sancione a deportistas cuya inocencia podría quedar probada en el futuro, con nuevos métodos de análisis.

Dimite un miembro del COI

Por otra parte, Charles Mukora, unos de los seis miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) que han sido apartados provisionalmente de este organismo a raíz del escándalo de corrupción, dimitió ayer, martes, de su cargo de presidente del Comité Olímpico Keniano (NOCK), informó él mismo mediante un comunicado. 

Mukora, de 64 años, era miembro del COI desde 1990. Dejó de pertenecer a ese organismo el pasado miércoles tras el caso de corrupción que ha afectado a varios miembros en relación con la atribución de los Juegos Olímpicos de invierno de Salt Lake City'2002.