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28 de julio de 2009 |
SE IMPONE LA SUSPENSIÓN CAUTELAR EDITORIALEspaña, gravemente perjudicada por la exclusión de Fernando Alonso en el Gran Premio de Valencia
 La Formula 1, que no se ha recuperado de las crisis estructurales de esta última temporada, está otra vez de actualidad. El incidente acaecido en el reciente Gran Premio de F1 de Hungría, referido a desprendimiento de una pieza del vehículo de Fernando Alonso en el circuito, llevó consigo una sanción de la FIA, en primera instancia, de inhabilitación a la escudería Renault que le impedirá disputar el Gran Premio a celebrar en Valencia el 24 de agosto.
El asunto trasciende lo meramente deportivo al afectar de forma grave y directa a la economía que se mueve en torno a la Formula 1 en general, en este caso con incidencia específica en España. Tal es la magnitud del affaire que si el Comité de Apelación de la FIA, en su reunión de esta semana, confirma la sanción, y por tanto se consuma la no participación de Fernando Alonso en el Gran Premio de Europa, la recién nacida carrera de Valencia quizá no podrá reponerse del descalabro económico y terminará por colgar el cartel "closed". Tras la noticia, como no podía ser de otra manera, la venta de localidades se ha ralentizado de forma muy apreciable, al mismo nivel que a los patrocinadores se le encienden las alarmas.
Claro que no todos pierden por igual: está “reglamentado” que Ecclestone se cobra –siempre- su canon con el importe de las 40.000 primeras localidades. Tal y como están las cosas, considerando que se han vendido unas 30.000, su pérdida será en el peor de los casos de un 25 por ciento. Será el único que “salvará los muebles”.
A nuestro juicio, el Comité de Apelación debería acordar la suspensión cautelar de la sanción. Nos explicamos. Considerando que es mucho afirmar indubitadamente que Renault actuó dolosamente, la suspensión cae por su propio peso. La mera duda razonable en ese aspecto debe ser motivo suficiente como para decretar esa medida cautelar.
Pero es más. Si en el proceso de evaluación inherente a la toma de decisión sobre las medidas cautelares se tiene en cuenta el principio "fumus bonus iuris", no cabe duda de que la correlación interés particular/interés general es algo determinante. En nuestro caso, es obvio el alto grado de afectación que la inhabilitación a Reanult/Alonso tiene en la carrera de Valencia, en la economía del Turia y en l de España en su conjunto, muy superior al daño que la no participación acarreará a esta escudería/piloto.
Así, pues, desde nuestro punto de vista, el Comité de Apelación de la FIA debería dejar el fondo del asunto para otra reunión, limitándose en esta inmediata cita a decretar la suspensión cautelar de la sanción. Aparte de la Federación Española de Automovilismo, nos parece que el Comité Olímpico Español y el Ministro de Deportes de España, a la sazón el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, deberían alzar su voz donde fuere menester ejerciendo la acción política de forma paralela a la jurídica.
Intoxicación
En esta línea, habría que exigir que el Comité de Apelación se abstrajera, como además es su deber, también, del comunicado reciente de la FIA en el que alertaba de la supuesta delincuencia organizada en el aeropuerto y los hoteles valencianos. Infundio donde los haya, si tenemos en cuenta que hay otros circuitos de los que sí se poseen datos fidedignos, no ya de los robos en sí, sino del método aplicado (a punta de pistola), vertiente ésta del crimen que en ningún caso puede afirmarse de la ciudad española.
EDITORIAL DE IUSPORT.
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Modificado el ( 16 de agosto de 2009 )
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