EDITORIAL MUERTE EN LA NHL Sanciones criminógenas o la barbarie como atractivo
Un jugador de hockey muere tras una pelea en la NHL americana. Sanderson, estudiante, de 21 años, falleció en el hospital tres semanas después de participar en una de las tantas peleas propias del hockey, verdaderas "peleas autorizadas". La costumbre (en América del Norte) de dejar que una riña entre jugadores transcurra sin oposición alguna por parte de los árbitros hasta que uno de ellos –los jugadores- acabe en el suelo ha derivado en la trágica muerte de este joven canadiense no profesional. Sanderson jugaba en los DUNLOPS de la ciudad de Whitby (Canadá). Su equipo se enfrentaba a los BLAST DE BRANTFORD y Sanderson se enzarzó con un oponente durante el partido. Hasta ahí todo "normal", ya que las peleas en este deporte son "habituales" y consideradas el principal divertimento para el aficionado (de América del Norte). La NHL las sanciona únicamente con expulsión, durante unos minutos, de los jugadores implicados.
Sin embargo, Sanderson perdió el casco durante el "combate" (¿no estábamos hablando de hockey?) mientras forcejeaba con su oponente y, al caer, se golpeó la cabeza violentamente contra el hielo, lo que provocó que perdiera la noción del tiempo y fuese evacuado de urgencia a un hospital. Los hechos ocurrieron el 12 de diciembre de 2008 y, después de tres semanas en coma, Sanderson murió el 3 de enero de 2009 en el hospital.
Han surgido iniciativas encaminadas a solidarizarse con Sanderson, pero el mejor tributo que podríamos hacerle sería exterminar la barbarie del deporte. Para nosotros no cabe ningún debate, que sí anuncian otros, sobre la violencia tolerada en algunos deportes. El hockey-hielo no es el único que padece esta lacra de motivaciones nada inocentes. Los hechos revelan que el espectáculo se ha impuesto una vez más sobre la actividad físico-deportiva. La Liga de Fútbol Americano (NFL) se ha convertido también en un deporte en el que prima la agresividad sobre otras consideraciones; en esto no tiene nada que envidiarle al hockey sobre hielo. Si no lo creen, vean el vídeo sigue.
VIDEO SOBRE LA NFL Y LA NHL: ¿cual es más brutal?
Es inadmisible que tales niveles de agresividad, auténtica VIOLENCIA, sean tolerados y, en algunos casos, ridículamente sancionados.
Normas de efectos criminógenos.
Si en verdad fuesen organizaciones deportivas, no sólo
comerciales, las federaciones y ligas competentes deberían sancionar estas
conductas con la misma severidad que se aplica en la generalidad de los
deportes. Claro que en tal caso, a los dirigentes actuales quizá no les “compense”
seguir al frente de aquellas. Por todos es conocido que si se quiere incentivar algo, basta con aplicarle una sanción ínfima.
Es obvio que la NHL, con esa nimia sanción, más que permitiendo, está invitando a los jugadores a la pelea cada vez que estén en desacuerdo con una acción del rival, potenciando así acciones violentas proscritas por el ordenamiento juridico general, pero rentables, mediante la busqueda consciente de un "efecto criminógeno". Eso es un uso torticero del deporte.