De peque帽a estatura, no sobrepasa el 1'60, destaca por su gran inteligencia.
Todo lo que le rodea lo transforma en dinero. Ha convertido a la F贸rmula 1 en un
deporte de elite donde se mueven cada a帽o miles de millones de pesetas. Su
objetivo es llevar el negocio de los monoplazas a cotizar en la Bolsa de Nueva
York.
Este fin de semana se celebra en el circuito catal谩n de Montmel贸 la sexta de
las 17 pruebas que componen el calendario de F贸rmula 1 de esta temporada. Y all铆
estar谩 el peque帽o Bernie , como siempre, control谩ndolo todo. Igual se le puede
encontrar en los boxes hablando con los pilotos y equipos, que en la sala de
prensa o en la parrilla de salida junto con sus invitados VIP, como haciendo
labores de gendarme, comprobando que no se cuele nadie sin credencial en el
circuito.
Bernie Ecclestone naci贸 en Gran Breta帽a hace 66 a帽os, en el seno de una
familia humilde. Su padre era pescador y su madre se dedicaba a las labores del
hogar. Pas贸 su infancia en una peque帽a aldea. Para ir a la escuela, situada en
otro pueblo a m谩s de una hora de camino, ten铆a que desplazarse en tren.
Ya desde muy joven comenz贸 a hacer negocios. Compraba pasteles y pan
caliente, art铆culos que vend铆a luego en el colegio para sacar as铆 algo de
dinero. Pronto dej贸 los libros a un lado y, a los 16 a帽os, despu茅s de terminar
el bachillerato e interrumpir sus estudios de qu铆mica, comenz贸 a trabajar en una
compa帽铆a de gas. M谩s tarde pas贸 a desempe帽ar un puesto en una tienda de
compraventa de motocicletas. Pero pronto se cans贸 de ser empleado y pensar para
otros y se decidi贸 a montar la suya propia.
El orden lo ha llevado siempre a tal grado que, en su pobre negocio, ten铆a
las motocicletas ordenadas a la perfecci贸n en el escaparate y no hab铆a ning煤n
objeto fuera de su lugar. La II Guerra Mundial provoc贸 muchos destrozos en
Londres, por lo que, una vez finalizada, algunos edificios tuvieron que ser
demolidos y otros restaurados. Ecclestone inici贸 entonces el negocio que le
convertir铆a en lo que siempre hab铆a so帽ado: un hombre rico. No s贸lo se dedic贸 a
la construcci贸n, sino tambi茅n a la compraventa de terrenos.
Hizo sus pinitos como piloto, aunque no tuvo buenos resultados. Su entrada en
la F贸rmula 1, en 1969, se debi贸 a su gran amistad con el austriaco Jochen Rindt.
Bernie era manager del piloto cuando 茅ste perdi贸 la vida en 1970 durante los
entrenamientos del Gran Premio de Italia. A finales de ese a帽o se proclam贸
Campe贸n del Mundo a t铆tulo p贸stumo. A pesar de este duro golpe moral, continu贸
en la especialidad, pero ya no en el papel de manager, sino en el de
propietario, al adquirir el equipo Brabham en 1970. Poco m谩s tarde fue nombrado
Presidente de la Asociaci贸n de Constructores de F贸rmula 1 (FOCA), que agrupa a
todas las escuder铆as. A partir de ah铆 comenz贸 su carrera ascendente dentro de la
elite del deporte del autom贸vil. Bajo numerosas empresas, domina todos los
negocios del interior de un circuito. En la zona VIP, es el due帽o de la compa帽铆a
que monta las carpas, del personal que las cuida y de los alimentos que se
dan.
En lo referente a la televisi贸n, es el 煤nico que tiene todos los derechos de
retransmisi贸n de las im谩genes de los grandes premios. Si alguno de sus
vigilantes encuentra a un periodista o fot贸grafo sin pase, o alguna persona
acreditada con una c谩mara de v铆deo, autom谩ticamente se les expulsa del recinto.
Desde finales del a帽o pasado est谩 embarcado en una nueva empresa: la televisi贸n
digital. M谩s de 200 personas montan y desmontan en cada circuito una inmensa
carpa desde donde se controlan todas las emisiones. Es una mani谩tico de la
perfecci贸n. Todo el material para este montaje es transportado en 20 camiones,
todos ellos pintados de color plata y con matr铆culas correlativas.
Pero ah铆 no queda todo, desde su base de Londres hasta el punto de destino,
circulan por orden de matr铆cula, y se colocan as铆 en el aparcamiento. Una de sus
m谩ximas preferidas es: "El sexo y el dinero mueven el mundo". Y as铆 lo ha
demostrado en su vida. Est谩 casado con una ex modelo yugoslava con la que tiene
dos hijas. Su gusto por el lujo, al igual que el de su mujer, es muy especial.
Hace unos meses fueron atracados en Londres. Los agresores, tras romperle la
nariz al peque帽o Bernie, robaron a su mujer el anillo que luc铆a en sus dedos, de
un valor aproximado de m谩s de 100 millones de pesetas. A partir de entonces va
siempre rodeado de guardaespaldas, y ha trasladado su residencia a Suiza.
En cada circuito le gusta estar alrededor de grandes personalidades y acude
cada d铆a precedido por polic铆a motorizada y en lujosos coches blindados, como
recientemente lo hizo con el Presidente de la Rep煤blica Argentina, CarlosMenem.
Tambi茅n suele invitar a miembros de familias reales. El a帽o pasado el Rey Juan
Carlos asisti贸 en directo al Gran Premio de Espa帽a. En otras ocasiones lo han
hecho el Rey Carlos Gustavo de Suecia, Lady Di o los Reyes de Jordania. Otros
personajes invitados son famosos actores y actrices de Hollywood, cantantes o
deportistas de elite, con los que se pasea por las parrillas de salida antes de
la carrera.
Tras una apariencia f铆sica endeble esconde una gran personalidad. Como dir铆an
sus paisanos brit谩nicos, es un selfmade -hombre que se ha hecho a s铆 mismo-, con
un fuerte car谩ctery al que nadie hasta ahora ha podido dominar. La mayor铆a le
critica, protestan de sus actuaciones, le acusan de enriquecerse con el trabajo
de los dem谩s. Pero ninguno quiere que se vaya de la F贸rmula 1 y todos, sin
excepci贸n, le temen.
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 s谩bado, 17 de mayo de
1997 |