El otro f煤tbol Por Juan Luis ESPADA CORCHADO
La constituci贸n de un club de f煤tbol base desde el punto de vista jur铆dico no tiene mayor dificultad que la solicitud de inscripci贸n por los promotores o fundadores del club con el acta constitutiva para su verificaci贸n y aprobaci贸n por el 贸rgano administrativo correspondiente de la Comunidad Aut贸noma y la posterior inscripci贸n en el Registro de Entidades Deportivas de dicha comunidad. A continuaci贸n si el club desea participar en competiciones ser谩 necesaria la inscripci贸n en la Federaci贸n Deportiva Auton贸mica. Pero la verdaderamente dificultoso y complicado a la hora de montar un equipo de f煤tbol empieza por buscar a j贸venes comprometidos y dispuestos a formar parte de un club, porque ello conlleva una gran dosis de esfuerzo personal, sacrificar ciertos 鈥減laceres鈥, mantener una buena disciplina consigo mismo y con el equipo, el empleo del ocio y tiempo libre para asistir a los entrenamientos, desplazamientos y partidos y sobretodo, se exige una sobredosis de voluntad y motivaci贸n. En las ciudades y grandes urbes, donde las infraestructuras deportivas son m谩s y mejores, se cuenta con m谩s j贸venes debido a una m谩s alta tasa de densidad de poblaci贸n, aunque tienen en su contra el coste tanto econ贸mico como de tiempo libre que supone el desplazamiento a los campos y terrenos de juego durante los d铆as de entrenamientos y la celebraci贸n de encuentros. Sin embargo, es en los n煤cleos rurales de poblaci贸n donde el problema se acent煤a gravemente por muchos motivos, entre otros cabe destacar, la falta de instalaciones deportivas adecuadas, la baja tasa de poblaci贸n joven existente, los precarios medios materiales con que se cuenta para la pr谩ctica deportiva, los problemas con los desplazamientos a otros lugares por las escasas y a veces nulas subvenciones procedentes de las Administraciones P煤blicas, la imperiosa necesidad de buscar un patrocinador que al menos de haga cargo de las equipaciones, balones, etc. Por 茅stos motivos, formar un equipo en las categor铆as de cadetes, juveniles o aficionados en los pueblos, resulta una tarea casi imposible, con el agravante a帽adido de que la mayor铆a de jugadores de que se dispone son trabajadores, muchos de los cuales por cuenta ajena, que el lunes siguiente al partido han de ir al trabajo que constituye su medio de vida, por lo cual deben ser cautos y cuidadosos para no sufrir lesiones que impidan o menoscaben asistir con regularidad a su puesto de trabajo. Por otra parte, es com煤n tanto en las ciudades como en los pueblos que en la mayor铆a de los j贸venes, actualmente el sedentarismo es el 鈥渄eporte鈥 m谩s habitual. A ello hay que a帽adir el incremento del consumo de televisi贸n y sobretodo el vertiginoso y vicioso uso de las 鈥渕aquinistas鈥, ya que un gran n煤mero de los j贸venes llena parte de su ocio 鈥渏ugando鈥 con videoconsolas y ordenadores. En relaci贸n con lo anterior, debemos tener en cuenta que constituye un factor de alarma, la posibilidad de que el uso constante, reiterado y abusivo de las videoconsolas termine siendo una adicci贸n. Siguiendo con el hilo conductor de la exposici贸n, hoy en d铆a, en esta Sociedad de Progreso y Tecnolog铆a, el 铆ndice de ni帽os y j贸venes con obesidad y sobrepeso ha crecido alarmantemente y adem谩s por si fuera poco, no realizan ning煤n tipo de ejercicio f铆sico, por lo tanto, se hace necesario cambiar los h谩bitos de vida para reducir el peso y el riesgo de sufrir alg煤n tipo de enfermedad asociada, sin lugar a dudas, es el Deporte con todos sus beneficios la actividad ideal para ello, pero el Deporte supone esfuerzo, sacrificio y dedicaci贸n, cosa que muchos ni帽os y j贸venes no est谩n dispuesto a asumir. Es evidente que con estos condicionantes y los nuevos h谩bitos de vida adquiridos, resulte cada vez m谩s dif铆cil hacer ejercicio f铆sico y mucho m谩s a煤n formar un equipo de j贸venes para jugar al f煤tbol. Otra reflexi贸n que no quiero dejar escapar en el tintero es el relativo a que el ni帽o y el joven, anta帽o jugaban al bal贸n en las calles y plazas, incluso de noche aprovechando la luz de las farolas. La calle era el escenario donde los ni帽os y j贸venes aprend铆an a golpear y pasar el bal贸n, y se pod铆a jugar porque entre otras cosas, el n煤mero de coches era muy peque帽o y el tr谩fico casi inexistente. Si la calle era el escenario, el bal贸n representaba el principal protagonista, porque era omnipresente, siempre se portaba consigo, en casa, en la calle, en el colegio, los d铆a de diario, s谩bado, domingos y d铆as de fiesta. Ese juego de calle es la semilla del buen futbolista, puesto que el ni帽o y el joven desarrollan la imaginaci贸n y la creatividad. Hoy en d铆a es impensable en nuestro pa铆s, al menos en zonas urbanas, jugar al bal贸n en la calle, debido al intenso tr谩fico y convertirse las calles y plazas en el lugar donde estacionar el coche. Para terminar, dir茅 que 茅ste f煤tbol al que me refiero, no mueve millones en fichajes, ni se habla de retransmisiones deportivas, ni de contratos de marketing, ni siquiera de campa帽as de socios o abonados, es simplemente el otro f煤tbol, que como cualquier otro Deporte, exige mucha dedicaci贸n, entrenamiento diario y aunque al bal贸n se golpea con los pies, se juega con la cabeza. C谩ceres, 28 de abril de 2.008 Fdo. Juan-Luis Espada Corchado (Especialista en Derecho Deportivo)
|