EN PARÍSEl pasaporte biológico individualizado que permita la detección inducida del dopaje, aparece como la solución al combate contra el uso de sustancias prohibidas, según las reflexiones de la cumbre antidopaje que comenzó este lunes en París.
Representantes de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), de la Unión Ciclista Internacional (UCI), del Tour de Francia, de los equipos ciclistas y de los corredores, se mostraron favorables a esta herramienta novedosa de lucha contra el dopaje.
El pasaporte, que pretende medir los niveles hematológicos y urinarios de cada ciclista para detectar cambios que puedan deberse al uso de sustancias o prácticas ilícitas, podrá estar listo a partir del 1 de enero próximo.
Para su elaboración serán necesarios al menos seis muestras de sangre recogidas con un intervalo de al menos una semana, pero para incrementar su fiabilidad se recomienda que se hagan tres de ellos antes de la competición, tres fuera de competición, tres por sorpresa y uno en periodo de reposo, aseguró el profesor Michel Audran, especialista en la lucha contra el dopaje.
Válido para sanciones
La responsable de la lucha antidopaje de la UCI, Anne Gripper, explicó que el objetivo es que las informaciones obtenidas a través del pasaporte puedan ser utilizadas para sancionar ciclistas.
En la actualidad, el seguimiento longitudinal de los ciclistas tiene una funcionalidad estrictamente sanitaria, por lo que no puede ser usado para sancionar, sólo para impedir que un corredor tome la salida de una prueba por su propio beneficio médico.
A partir de la introducción del pasaporte, que será facilitada por la adopción del nuevo Código Mundial Antidopaje el mes próximo en Madrid, los datos recolectados servirán también para sancionar a los ciclistas.
Para el director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, la adopción del pasaporte es "esencial a partir de enero próximo" para evitar que se repitan ediciones como la de este año, manchadas por los casos positivos.
El director general de la AMA, David Howman, aseguró que los trabajos sobre el pasaporte comenzaron en 2003 y aseguró que será una de las bases futuras de la lucha contra el dopaje.
El responsable de la AMA aseguró que también es necesario reflexionar sobre otras pistas, como las sanciones al entorno del ciclista controlado positivo o el endurecimiento de las suspensiones, que podrán pasar a cuatro años en caso de los reincidentes.
Los controles, insuficientes
La cumbre antidopaje de París constató que los controles, que serán aumentados el año próximo, no son suficientes para derrotar al dopaje. "Pese a que se hacen más test, hemos visto como hay casos que no son detectados. El ejemplo de Marion Jones es una evidencia", aseguró el presidente de la Agencia Francesa de Lucha contra del Dopaje (AFLD), Pierre Bordry.
Señaló que los laboratorios necesitan más medios económicos para elaborar test y para trabajar en nuevos sistemas de lucha contra el dopaje.
En este sentido, el científico Gérard Dine aseguró que hay muchos productos dopantes utilizados y que no pueden ser detectados con los sistemas actuales. La hormona del crecimiento, los nuevos tipos de EPO, como la llamada "biosimilar" o la sintética, la insulina, "usada mucho en recuperación", no son detectados con los test actuales, pero se puede deducir su uso, indicó.
"Hace falta una colaboración más estrecha entre los laboratorios que fabrican estos productos y los responsables de la lucha contra el dopaje", aseguró Dine, quien indicó que con la introducción del pasaporte biológico se dispondrá "de una herramienta más para evidenciar su uso".
Trabas jurídicas
Los expertos reunidos en París también debatieron de las posibles trabas jurídicas que puede acarrear la adopción de sanciones a través del pasaporte.
"No hay ninguna duda sobre las sanciones cuando se encuentra una sustancia dopante en la sangre o la orina de un ciclista. Pero además, el nuevo Código Mundial Antidopaje abre la puerta a sancionar también cuando se deduzca el uso de sustancias o métodos dopantes a través del pasaporte", afirmó el jurista Ulrich Haas, que participó en la cumbre.
Indicó que serán necesarias reformas legales para convertir los test necesarios a la elaboración del pasaporte en obligatorios y para abrir la puerta a suspensiones cautelares.
FUENTE: http://www.lfp.es