Sea como fuere, esa Ley le vino como anillo al dedo a todos los futbolistas extranjeros, porque si se acogían al IRNR tendrían que pagar, con carácter general, el 24 por ciento de impuestos.La Ley, como nos cuenta Javier Latorre, del portal jurídico de internet IUSPORT, “explica que todas las personas físicas que adquieran su residencia fiscal en España como consecuencia de su desplazamiento a territorio español podrán optar por tributar por el Impuesto sobre Renta de no Residentes durante el periodo impositivo en que se efectúe el cambio de residencia y durante los cinco periodos impositivos siguientes”.
Ronaldinho llegó a España en 2003 y se acogió a esa norma ese mismo año de forma transitoria mientras se estaba desarrollando su reglamento. Aunque entró en vigor en 2004 tenía efecto retroactivo. Por lo tanto, en los años 2009 y 2010 ya no puede beneficiarse de esa ley.
Pasados esos cinco años, los No Residentes pasan a serlo como cualquier otro trabajador español y, por lo tanto, han de acogerse al IRPF y a la tarifa progresiva que corresponde. Dados los ingresos de los futbolistas, en este caso Ronaldinho, ha de pagar el tipo máximo marginal del 43%, marcado por ley desde el 1 de enero de 2007.
Este paso del IRNR al IRPF tiene una enorme importancia económica porque Ronaldinho, de no arreglarse su contrato, dejaría de cobrar un 19% menos de sus actuales emolumentos.
Hay que convenir, evidentemente, que en el mismo caso que Ronnie se encuentra el defensa mexicano Rafael Márquez, pues también llegó al Camp Nou en 2003 y en 2009, si todavía están en el FC Barcelona o jugando en España, les afectará a Deco, Edmilson y Sylvinho. A Belletti, Giuly y Larsson no porque ya no están trabajando en territorio español.
Según ha podido saber SPORT, el FC Barcelona es perfectamente consciente de esta situación fiscal y ya tiene contemplado adecuar los contratos de Ronaldinho y Márquez para que no salgan perjudicados económicamente.
Si tenemos en cuenta que Ronaldinho percibe unos emolumentos brutos de 8 millones de euros por temporada (varían un poco en función de los títulos conseguidos ya que el brasileño tiene mucha más cantidad en fijo que en variables), significaría aumentarle un 19% sus ingresos a partir de 2009 para que cobre exactamente lo mismo que percibe en la actualidad. Ese incremento obligaría al FC Barcelona a pagarle casi dos millones de euros más cada año, hasta que Ronaldinho finalice su actual contrato el 30 de junio de 2010.
Derechos de imagen
Una ventaja para Ronaldinho y el FC Barcelona a partir de 2009 es que al acogerse al régimen fiscal como cualquier residente, podrá percibir el 15% de su contrato en concepto de derechos de imagen, que tienen una fiscalidad diferente, tal y como marca la Ley 35/2006 que califica los derechos de imagen como “rendimientos del capital mobiliario”.
Aunque no es un tema que requiera darse una prisa excesiva, sí que va a obligar a ambas partes a reunirse para reordenar la situación. Por lo tanto, tarde o temprano el FC Barcelona y Roberto de Assis deberán sentarse para hablar largo y tendido del nuevo contrato. ¿Se extenderá en el tiempo, sufrirá una mejora económica sustancial? Lo único cierto es que Ronaldinho, si cumple su contrato en el Barça, deberá cambiar su régimen fiscal.
