Todos contra la violencia y
la intolerancia en el deporte
Gloria Gómez
Recientemente, el Congreso de los Diputados ha aprobado el proyecto de
ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en
el deporte.
El objetivo que se persigue con esta legislación es erradicar del deporte actitudes y conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes. Para ello se proponen medidas orientadas, tanto a fomentar el juego limpio, la convivencia, la integración intercultural y todos los valores inherentes al deporte, como medidas destinadas a mantener la seguridad ciudadana y el orden público en la celebración de competiciones y espectáculos deportivos.
En el esquema de esta ley se ha tomado la opción de integrar en un único texto, un conjunto de disposiciones y de preceptos tipificadores de infracciones y sanciones, que aparecían dispersos en las normas deportivas tras las sucesivas reformas introducidas en nuestro Ordenamiento Jurídico, específicamente en materia de prevención y sanción de la violencia en el deporte. España cuenta con una dilatada experiencia en la lucha contra la violencia en el deporte y está considerada como un referente internacional, si bien no es menos cierto que la aparición de comportamientos racistas, xenófobos e intolerantes, con especial incidencia en partidos de fútbol, es mucho más reciente.
En una sociedad como la europea y la española, ninguna raza, religión, creencia política o grupo étnico puede considerarse superior a los demás y, en este aspecto, la práctica deportiva ha de reflejar la sociedad en la que vivimos y los valores de nuestra convivencia democrática. En España y en Europa, el deporte es una actividad de personas libres, en una sociedad abierta, basada en el respeto a la diversidad y la igualdad entre los seres humanos. Por esta razón, y de modo singular, el marco deportivo de la competición profesional y de alto nivel está obligado a ser un referente ético en valores y en comportamiento para el conjunto de la sociedad y, si cabe aún más, para los jóvenes.
El deporte es una herramienta educativa muy útil para hacer frente a fenómenos inquietantes y que pueden constituir en muchos casos una amenaza comunitaria, como son el aumento de las conductas sociales, la existencia de actitudes vandálicas y antisociales entre jóvenes, el incremento de actitudes y de comportamientos racistas y xenófobos o la marginación académica y el fracaso escolar, por ello es necesario utilizar toda la potencialidad del deporte en su dimensión formativa, para educar en valores y lograr que el deporte favorezca la fraternidad y la convivencia social, en vez del odio y el rechazo hacia quien es diferente.
La práctica deportiva está considerada en estos momentos como un fenómeno social. Esto posibilita su utilización como factor de integración muy efectivo. Además, el deporte tiene un lenguaje universal que facilita la comprensión y la aceptación de unas reglas comunes para todos, por eso en sociedades multiétnicas como la nuestra, constituye un poderoso factor de integración intercultural, lo cual facilita la cohesión y la convivencia social en sociedades complejas y pluralistas como la española.
Todas las organizaciones deportivas han mostrado su compromiso y firmeza frente al racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte en numerosas ocasiones. Tanto el COI como las federaciones nacionales e internacionales están intensificando su lucha contra todo tipo de discriminación en el deporte educando a la juventud a través de la práctica deportiva practicada sin discriminaciones y dentro del espíritu olímpico que requiere comprensión humana, tolerancia, juego limpio y solidaridad.
Por otro lado, la ley prevé la creación de una nueva Comisión Nacional contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, que sustituirá a la Comisión Nacional para la prevención de la violencia en los espectáculos deportivos, hasta ahora existente. Esta Comisión será un órgano colegiado, encargado de la formulación y realización de políticas activas contra la violencia, la intolerancia y la evitación de las prácticas racistas y xenófobas en el deporte.
Entre todos tenemos que conseguir que el deporte sea como aparece definido en la exposición de motivos: "Una escuela de vida y ciudadanía, especialmente para niñas, niños, adolescentes y personas jóvenes, que eduque y no deforme, un acontecimiento festivo y no trágico, que favorezca la fraternidad y la convivencia social, en vez del odio y el rechazo a quien es diferente. Un espectáculo en el que prime la belleza de una competición justa, limpia y entre iguales, en vez de la trampa, el engaño y la violencia".
Gloria Gómez es Diputada y Portavoz de la Comisión Mixta Congreso-Senado.
TEXTO PUBLICADO EN MUNIDEPORTE.COM
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