08 de abril de 2013 |
El Real Valladolid acusa de prevaricación al colegiado Hernández Hernández
Un cabezazo de Jonas en el tercer minuto de prolongación dio la victoria anoche al Valencia ante un Valladolid que vio impotente cómo esa jugada venía precedida de un saque ilegal por parte del conjunto local.
En el minuto 93, el árbitro Alejandro Hernández Hernández (foto) señaló un fuera de banda a favor del Valladolid. Balenziaga, el jugador pucelano más cercano al balón, deja el balón en el suelo fuera del campo para que acuda el compañero Óscar a hacer el saque de banda, pero a pesar de que el colegiado señalaba saque del Valladolid, quien pone el balón en juego es el Valencia, que monta una contra y marca el 2-1.
En Valladolid se denuncia "prevaricación manifiesta del juez" y pide que no vuelva a arbitrar.
El entrenador del Real Valladolid, Miroslav Djukic, no daba crédito a lo sucedido. “La decisión del árbitro me dejó flipado. En un saque de banda a nuestro favor, el árbitro nos dijo que sacáramos rápido y cuando el defensa se alejó de la banda para que sacara un compañero, un jugador del Valencia cogió el balón y sacó”.
Comunicado del club
En un comunicado en su página web, el Real Vallalodid dice lo siguiente:
"El Real Valladolid, que jugó con 10 jugadores por expulsión de Sereno desde el minuto 56, encajó el gol de la derrota en la última jugada del partido y tras una prevaricación del juez de la contienda
El Real Valladolid sufrió esta noche toda la crueldad del fútbol. Tras marcarse un gol en propia puerta en el final de la primera parte (Balenziaga, a la salida de un córner), quedarse con 10 jugadores por expulsión de Sereno en el minuto 56 (en una jugada que dio origen a un penalti que Dani paró a Soldado), ser capaz de empatar con un golazo de Óscar en el minuto 71 y defenderse con maestría ante un Valencia impotente, vio como en la última jugada del partido el colegiado Hernández Hernández regaló una última opción al equipo ché, que marcó sobre la bocina por medio de Jonás.
El partido dio para mucho, pero es obligado comenzar para el final, por esa última jugada que concedió al Valencia la opción de ganar. Mikel Balenziaga robó un balón en su terreno y se dio una carrera descomunal para forzar un claro saque de banda en el córner del Valencia. El línea y el colegiado concedieron el balón al Real Valladolid, pero cuando vio que Balenziaga no sacaba, sino que recuperaba su posición para dejar el saque a un compañero, el árbitro prevaricó y no se le ocurrió otra decisión que dejar sacar al Valencia. Entre la incredulidad de todo el estadio, el Valencia avanzó, Jonathan Viera centró y Jonás se elevó con potencia para soltar un testarazo imparable.
La prevaricación del juez fue manifiesta, indiscutible, pero el Real Valladolid salió de Mestalla con la sensación de haber sido sacudido por la mala suerte y una decisión injusta. El colegiado canario tomó una decisión injusta a sabiendas: concede saque de banda a favor del Real Valladolid y saca el Valencia con su consentimiento. La decisión es antirreglamentaria a todas luces. Si entiende que hay pérdida de tiempo (algo que no sucedió de ninguna de las maneras) puede amonestar a Balenziaga o le puede expulsar, pero jamás puede permitir que saque el infractor. Y si no entiende que hay pérdida de tiempo y simplemente vio como el Valencia sacaba y miró hacia otro lado, la prevaricación es con nocturnidad y alevosía.
Si un colegiado se equivoca en una apreciación y concede el saque de banda a un equipo cuando en realidad era el infractor, comete un error material, que un deportista, por más que le duela, debe aceptar. Conceder el saque de banda a un equipo y dejar que saque el otro, por la razón que fuere, es dictar a sabiendas una resolución injusta. Y eso, en castellano, es prevaricar".
|
Modificado el ( 08 de abril de 2013 )
|