 Robin Friday: El genio desconocido
Por Javier Torres Cifuentes
Al lado del protagonista de esta historia, a George Best podríamos considerarlo un dulce y educado Boy Scout.
Robin Friday, o como le conocen en Inglaterra: "The greatest footballer you never saw", es decir "el mejor futbolista que nunca hayas visto", y en este caso, hay que tomarse al pie de la letra la palabra "nunca", porque Friday jugó al fútbol profesional entre el 73 y el 76 en el modesto Reading para luego pasar a formar parte del Cardiff City, hasta su retirada del fútbol en 1977, a la edad de 25 años, es decir, una carrera de cuatro años en dos clubes modestos, que no era ni siquiera de primera división, en los cuales no pudo alcanzar la repercusión mediática que su juego merecía. El típico caso de "bad boy" del fútbol pero multiplicado por cien.
Nacido en 1952, Robin Friday comenzó su carrera en el Walthamstow Avenue, equipo amateur ya desaparecido, donde maravillaba a los pocos seguidores del equipo. Tanto era así, que le empezaron a llegar ofertas para jugar en clubes de mayor categoría. De entre todos esos equipos, nuestro amigo eligió jugar en el Hayes, de la cuarta división. No era el mejor equipo que le había hecho una oferta, pero el campo de entrenamiento le quedaba muy cerca de su casa, y, sobretodo, de una de sus tabernas favoritas. Cuenta la leyenda que el Hayes empezó un partido con diez jugadores, debido a que Robin Friday se encontraba apurando una última pinta de cerveza en la taberna de sus amores, tras lo cual acudió al campo, entró a jugar, y borracho como una cuba, logró marcar un bonito tanto que dio la victoria a su equipo.
En una de sus múltiples borracheras, Friday terminó ensartado a la púa de una verja, y gracias a una rápida intervención en el quirófano, los médicos lograron que no saliese del hospital en caja de pino. A los tres meses, volvió a jugar al fútbol con el Hayes, y lo seguía haciendo tan bien que el Reading le ofreció su primer contrato serio, en la tercera división inglesa. Fue con ahí donde Friday marcó el mejor gol de su carrera, y según los presentes ese día en el estadio, uno de los mejores de la historia del fútbol inglés. Friday controló el balón con el pecho, giró 180 grados, y alojó el balón en la escuadra con una volea impresionante. Fue un gol tan bonito que el árbitro tardó un tiempo en concederlo, debido al estado de fascinación y "shock" en que se encontraba al haber presenciado semejante obra de arte.
Pero pese a que su calidad le habría permitido llegar a lo más alto del panorama futbolístico inglés, Robin Friday siguió alimentando su carácter autodestructivo. En 1975 desapareció sin dejar rastro. Le encontraron un mes después, viviendo en una comuna hippie, hasta arriba de marihuana y LSD.
Pese a todo, era tan bueno que el Cardiff City invirtió 30.000 libras de las de entonces en su contratación, para jugar unos escasos 25 partidos en los cuales dejó para la memoria regates y goles imposibles, que le sirvieron para ser elegido mejor jugador de la historia de la entidad, por delante de estrellas como Robert Earnshaw, o el mítico John Toshack. El último escándalo del bueno de Robin fue besar en los morros a un policía que intentaba detenerle por colarse (borracho, como no) en un tren sin pagar el billete. A partir de ahí dejó el fútbol profesional, harto, según él "de hacer lo que le mandaban otros", y se le perdió el rastro. Mucha gente decía que le habían visto vagabundear las calles, alcoholizado y drogado, esquivando farolas para no chocarse, como antes esquivaba defensas para marcar goles antológicos.
El 22 de Diciembre de 1990, Robin Friday fallecía a los 38 años víctima de un paro cardíaco provocado por una sobredosis de heroína. Finalizaba así la vida e historia del que pudo ser el mejor futbolista de Inglaterra, pero que terminó siendo un juguete roto por el vicio. "El Pelé de Hammersmith" decía adiós como los grandes genios, habiendo vivido una vida corta pero desenfrenada. "Si te quedases 3 o 4 años en el equipo, podrías llegar a jugar con la selección", le dijo una vez su entrenador en el Reading. Friday le preguntó por su edad, y le respondió: "Tengo la mitad de años que tú, y sin embargo he vivido el doble".
Convertido en jugador de culto, ha sido tributado y homenajeado por grupos de rock como Super Furry Animals (que le dedicó la portada de su disco "The man don't give a fuck"), o los mismísimos Oasis. Un icono pop en toda regla...
"Los mejores futbolistas de la historia han sido Bobby Moore, Maradona, George Best, Cruyff, Yashin, Rivelino, Beckenbauer, Bobby Charlton, Pelé y... Robin Friday" - David Coles, prestigioso periodista de la BBC.
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