26 de noviembre de 2012 |
Derechos de imagen a cambio de una preparación digna La precariedad en los medios para preparar los Juegos obligó al equipo de sincronizada a buscar recursos por su cuenta
Por Aitor Labrador
La guerra abierta –ahora en los tribunales- entre el presidente de la Federación Española de Natación (RFEN), Fernando Carpena, y la exseleccionadora de sincronizada, Anna Tarrés, sigue dando de qué hablar. Y es que según ha podido saber Diario Gol, la precaria situación económica de la RFEN habría sido el motivo que llevó a las nadadoras a idear un plan alternativo de financiación para obtener nuevos medios con los que costear su planificación. Todo ello, a través de un contrato de representación que les permitiese no solo asumir con garantías la recta final de la preparación de los Juegos de Londres, sino que además pudiera asegurar la entrada de ingresos que sirvieran para mantener esta planificación con vistas a los Mundiales de Barcelona 2013.
Enero de 2012. Cuando apenas faltan seis meses para los Juegos, y a pesar de las facilidades de las que disfrutan en las flamantes instalaciones del nuevo módulo del CAR de Sant Cugat, el estado físico del equipo de sincronizada no acaba de alcanzar el nivel previsto. Tarrés percibe que a sus pupilas les falta un punto de preparación y, aconsejada por el médico del equipo, Dani Gutiérrez, lanza un S.O.S. que la lleva a poner en práctica una nueva metodología de trabajo supervisada por un preparador físico y representante de confianza.
Falta de vitaminas y un contrato como salvación
Ante la negativa de la RFEN de abrir una nueva vía al plan inicialmente trazado para Londres, las nadadoras se someten a una serie de analíticas y los peores presagios de Tarrés se confirman. Los resultados determinan una serie de carencias en todas sus pupilas, que acto seguido empiezan a trabajar con el nuevo método de trabajo –en el cual se incluye la intensificación del trabajo especifico de la fuerza del centro, masajes estructurales, alimentación con productos biológicos, suplementación ortomolecular y la revisión de la musculatura paraespinal. Todo ello con el conocimiento de la RFEN, incluido su presidente.
La inexistencia de fondos disponibles en un ente federativo con buenas remuneraciones para sus altos cargos –y que, a pesar del ERE abierto hace un par de semanas, ha empleado sus recursos en la contratación de un equipo de hasta siete personas para reemplazar a Tarrés- obligó entonces al preparador físico a adelantar dinero de su bolsillo. Para recuperar la inversión, la exseleccionadora y sus nadadoras (todas salvo Thaís Henríquez) proceden a firmar –tras contar con un plazo de unos diez días para pensárselo- un contrato de imagen con este representante, al que además habrían solicitado la búsqueda de patrocinadores tras los Juegos con el objetivo de generar ingresos que pudiesen ser reinvertidos en el equipo, y que permitesen realizar diversos pagos a otros dos técnicos colaboradores, que visitaban y entrenaban a las chicas en el CAR durante dos maratonianas jornadas a la semana.
Poder de gestión para Andrea Fuentes
En total, el equipo habría recibido en este tiempo suplementos vitamínicos, asistencia especializada, y diversas máquinas de pilates (incomprensiblemente, el gimnasio del nuevo módulo del CAR no contaba todavía con estos aparatos disponibles) para intensificar su preparación física por valor de unos 35.000 euros en medios obtenidos. Todo ello, a pesar de que algunas casas de nutrición se negaron a cargar ningún importe hasta que no se consiguiese ningún patrocinador, limitándose a publicar una reseña promocional en sus respectivas webs, conforme habrían colaborado con el equipo.
Por otra parte, en el contrato –que incluía una cláusula por la que cualquier parte podría romperlo en cualquier momento-, y como contrapunto a la versión ofrecida hace diez días por laSexta, Tarrés no era la única persona en figurar como gestora de las hipotéticas ganancias que pudiesen producirse, sino que también se incluía a la capitana Andrea Fuentes como representante de sus compañeras a la hora de administrar los posibles ingresos. Diez meses después, los beneficios han sido inexistentes a pesar de los resultados obtenidos en Londres, debido en parte a la polvareda levantada tras la destitución de Anna Tarrés. Ante esta situación, las nadadoras están cerca de romper una relación contractual que, tal y como habría comunicado el representante a la capitana del equipo, habría perdido su razón de ser sin la presencia de Tarrés y de Gutiérrez en el mismo.
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Modificado el ( 01 de diciembre de 2012 )
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