El Real Oviedo, a punto de disolverse
Un histórico del fútbol español, el Real Oviedo, ahora en Segunda B pero con 38 temporadas en Primera División, está en peligro de extinción. Si no obtiene antes del próximo 17 de noviembre una
inyección de capital de 1,9 millones de euros, incurrirá en causa de
disolución, quedando obligados los administradores a convocar Junta
General para acordar tal eventualidad.
Así de desesperada es la realidad de un club histórico, con 86 años de antigüedad. Nunca antes se había llegado a una situación así de peligrosa, con el abismo a la vuelta de la esquina.
El presidente, desde hace tres meses, de la entidad, Toni Fidalgo, compareció ayer en la cadena Cope, donde comentó que ese 1,9 millones es para salir de la causa de disolución, eventualidad que viene predeterminada por la ley reguladora de las sociedades de capital. Lograr esa cifra antes del día 17 evitaría que el patrimonio neto del club fuese inferior al capital social.
La deuda a medio y largo plazo asciende a muchos millones de euros, extremo este que hace prever lo peor, estando, como estamos, inmersos en la mayor crisis económica mundial desde el crack del 29. Además de la deuda acumulada, las cuentas del club arrojan una partida de 21 millones de euros gastados en nadie sabe qué entre 2007 y 2011 en un club de Segunda B.
En este contexto, no hay esperanzas en Oviedo de que las empresas de la región entren en el nuevo capital, así que ahora sólo queda esperar a la entrada de algún inversor foráneo.
Un club en caída libre desde 2001
En 2001, con Radomir Antic en el banquillo, bajó a Segunda División. Tras dos temporadas en 2ª División, bajó a 2ª B deportivamente. Pero una denuncia masiva de la plantilla por impagos, lo descendió a 3ª, sin poder salir a competir por las deudas, y sin que nadie se hiciera cargo del mismo hasta que hace tres meses Toni Fidalgo arrimó el hombro para esta etapa de transición.
Por si esto fuera poco, el Ayuntamiento de Oviedo intentó que el club se refundara como ‘Oviedo ACF’ a través del Astur, un club de 3ª presidido por un conocido constructor local. Sin embargo, la afición del histórico Real Oviedo no aceptó se rebeló y consiguió salvar por el momento al club con rifas, donaciones, venta de material del club, etc.
En 2006 entra en el capital social del club la empresa Control Sport Siglo XXI, de la mano de Alberto González, un constructor con condena penal firme, en busca y captura por la Interpol, por fraudes a la Seguridad Social y a Hacienda.
El deterioro de la entidad no cesó, hasta el punto de que las faltas de ortografía en los comunicados oficiales de la web del club eran algo habitual.
A pesar de ello, la afición del Real Oviedo no se rindió. Más allá de lo deportivo (se subió a 2ª B, y se volvió a bajar), las peñas, a través de la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (APARO), lucharon por juntar acciones de pequeños accionistas. El objetivo, poder votar en la junta anual de accionistas, (que Control Sport S.XXI convocó con 7 u 8 meses de retraso).
Se consiguió nombrar un consejo de transición, formado por Toni Fidalgo, quien fuera adjunto a la presidencia de Liga de Fútbol Profesional, Pedro Zuazua, periodista, y Juan Ramón González, aficionado del Real Oviedo. Las cosas cambiaron, desde el trato y contacto con los aficionados hasta el protocolo, que antes se habían perdido, pasando por haber arreglado la ciudad deportiva, que Control Sport S. XXI tenía totalmente descuidada.
Sin embargo, es un consejo de transición y toca buscar nuevos accionistas. Cada acción tiene un precio de 10,75 Euros.
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