Ronnie Wallwork, historia de una decepci贸n
Por Javier Torres Cifuentes. IUSPORT
 La historia de hoy se refiere a uno de esos 鈥渏uguetes rotos鈥 del f煤tbol, fascinantes personajes, anti-h茅roes, de los que nos gusta tanto saber. Y es que encontramos el mismo inter茅s o m谩s en historias de carreras truncadas que en las de 铆dolos de trayectoria triunfante. Por lo menos un servidor.
Nuestro protagonista de hoy se llama Ronnie Wallwork, y pas贸 de ganar la antiguamente conocida como Copa Intercontinental (hoy, Mundial de Clubes) con el Manchester United a ser condenado a 15 a帽os de prisi贸n por robar coches de alta gama para despu茅s venderlos por piezas.
Ronnie Wallwork era un central duro pero con buena salida de bal贸n, tanto es as铆, que alternaba su posici贸n en el centro de la defensa con la de mediocentro, siendo uno de los miembros m谩s destacados de las inferiores del Manchester United.
Titular con la selecci贸n inglesa sub鈥 17que jug贸 el Mundial Juvenil de Malasia (junto a Michael Owen, por ejemplo), Wallwork ten铆a por delante un futuro a priori brillante. Su mayor defecto era su car谩cter conflictivo, dentro y fuera del campo (t铆pico jugador ingl茅s rudo y agresivo).
Con todo, el eterno m谩nager de los 鈥淩ed Devils鈥, Alex Ferguson, hab铆a depositado bastantes esperanzas en Wallwork, as铆 que le hizo debutar el 25 de Octubre de 1997 ante el Barnsley, a los 20 a帽os.
Como es normal en los equipos ingleses, el United cedi贸 a nuestro protagonista al Carslile, al Stockport, y por 煤ltimo a un equipo belga con el que ten铆an un acuerdo de colaboraci贸n, el Royal Antwerp. En B茅lgica, Wallwork hizo bien su trabajo, y se implic贸 mucho con el equipo, cuyo objetivo era ascender a la primera divisi贸n del pa铆s, objetivo que despu茅s de una gran temporada, depend铆a de un partido de promoci贸n, una final digamos, contra un equipo llamado La Louvi猫re. El partido lo ganaron estos 煤ltimos, y por tanto, ascendieron, siendo el culpable de esta situaci贸n, seg煤n Wallwork, el 谩rbitro, as铆 que, tom谩ndose la justicia por su mano, golpe贸 y cogi贸 del cuello al 谩rbitro que les hab铆a dejado, al parecer, sin su ansiado premio.
La FIFA, debido a este incidente, le prohibi贸 jugar en un equipo afiliado a ellos de por vida. S贸lo la mediaci贸n del Manchester logr贸 que esa pena se redujese a no poder jugar en B茅lgica. Vamos, que se pas贸 de una sanci贸n que le podr铆a haber retirado a otra que, literalmente, le debi贸 dar igual (hacer carrera en B茅lgica no parec铆a estar entre sus prioridades).
Tras este turbio incidente, Wallwork volvi贸 a la disciplina de los 鈥淩ed Devils鈥, y Ferguson empez贸 a darle minutos en el primer equipo. As铆, en dos temporadas, logr贸 ganar la Intercontinental, y la Premier League. Aun as铆, se estanc贸 un poco, y entre su dif铆cil car谩cter, y la llegada de centrales de renombre como Laurent Blanc, el Manchester decidi贸 que era el momento adecuado para darle salida.
As铆, Wallwork aterriz贸 en el West Bromwich Albion, un equipo que desde el primer momento le dio responsabilidades y confianza, y en el que se convertir铆a en pieza clave, logrando incluso el trofeo al mejor jugador de la temporada en 2005.
Pero los a帽os dorados no iban a durar para Wallwork. Dos temporadas despu茅s era cedido al Barnsley, debido a un baj贸n en su rendimiento. Cuando s贸lo llevaba dos partidos con su nuevo equipo, una noche de copas en el Sugar Lounge de Manchester se iba a convertir en el principio del fin para el bueno de Ronnie Wallwork. El ex novio de su pareja, en un ataque de celos, le apu帽al贸 repetidas veces en la pierna, abdomen, y espalda. La recuperaci贸n fue dura, y pese a intentar volver a jugar en equipos como el Huddersfield o el Sheffield Wednesday, en 2008 decidi贸 poner fin a su carrera como futbolista, emprendiendo diversos negocios, todos turbios, y todos fracasados.
En la espiral hacia el infierno en la que estaba sumido Wallwork, cualquier decision que tomaba resultaba peor que la anterior, y as铆, decidi贸 embarcarse en el 鈥榩rol铆fero鈥 negocio de robar coches de lujo para despu茅s venderlos por E-bay. Pillado 鈥渋n fraganti鈥 por la polic铆a, y culpable auto-declarado, Wallwork ha sido recientemente condenado, a sus 34 a帽os, a 15 de prisi贸n.
Seguramente nadie se imaginaba este final para un jugador tan prometedor, lo cual nos hace recordar lo dif铆cil que es mantenerse ah铆 arriba, y lo f谩cil que es caer a lo m谩s bajo.
Javier Torres Cifuentes es corresponsal de IUSPORT en el Reino Unido de Gran Breta帽a.
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