28 de junio de 2012 |
SOBRE EL ARCHIVO DEL CASO RAMON CALDERON
Camaras ocultas y testigos
A propósito del auto judicial que archivó la causa contra Ramón Calderón por el presunto fraude electoral en 2006, Eduardo Inda Esteban escribe en EL MUNDO (28.06.12) lo siguiente: "Villar Mir, que arrasaba contabilizando las dos opciones legales de sufragio -presencial y por correo-, se quedó con un palmo de narices al certificar la juez Milagros Aparicio que los 8.000 votos emitidos a distancia eran papel mojado, vamos, que no servían para nada. El presidente de OHL no se rindió, contrató a dos letrados de élite (Jesús Castrillo y Ramón López-Vilas) y acudió a los tribunales para defender su inocencia -Calderón le acusaba de falsear el voto por correo- y para que le otorgaran la Presidencia que su rival le había birlado con malas artes".
Y añade Esteban: "El titular del Juzgado de Instrucción 25 de Madrid, Valentín Sanz, se puso manos a la obra. Pronto, tras tomar declaración a cientos de socios que habían emitido su sufragio por correo, se dio cuenta que la denuncia de Calderón era falsa y que, además, en el colmo del maquiavelismo, había colado votos falsos en la candidatura de Juan Miguel Villar Mir para luego denunciarle. Uno de los motivos que hicieron cambiar de opinión al magistrado fue el programa de TV Asalto a la Casa Blanca, grabado con cámara oculta, en el que Los nanines -el grupo de jóvenes próximo a Calderón encargado del trabajo sucio- relataban con todo lujo de detalles el sinfín de engaños que les permitieron subvertir la voluntad de los 66.000 socios merengues. Asalto a la Casa Blanca, dirigido por José Antonio Abellán, permitió al juez calibrar las ardides del personaje, que pronto pasaría de acusador a acusado".
"Pero no fue el único elemento probatorio ni el más sustancial [prosigue Esteban]. Todo lo contrario: el magistrado se basó, fundamentalmente, en los informes de la Policía Judicial y, sobre todo, en los más de mil interrogatorios practicados a socios merengues. La conclusión era unánime: Villar Mir no falsificó un solo voto por correo, más al contrario, Calderón le había colado de matute decenas y decenas de votos trucados para luego acusarle en sede judicial. Ahora la Audiencia emplea una parte, la reciente sentencia del Constitucional prohibiendo las cámaras ocultas, para anular el todo. El auto sirve, además, para dejar libre de toda culpa a Alfonso Carrascosa, propietario de la exitosa empresa Legalitas, y al hijo de Ramón Mendoza, Juan, entre otros".
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Modificado el ( 28 de junio de 2012 )
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