02 de junio de 2012 |
Sobre el amaño de partidos
Por José Manuel Ríos Corbacho
La detención por la policía en estos días de jugadores como el capitán de la Lazio Stefano Mauri y el ex internacional Omar Milanetto (Padova), además de la expulsión de la concentración de la selección italiana en el recinto de Coverciano (Florencia), donde estaba concentrada la squadra azzurra, de Domenico Criscito (Zenit de San Petersburgo) junto con la investigación del entrenador de la veccia signora (Juventus de Turín), Antonio Conte y su defensa Bonucci, han hecho sobrevolar los fantasmas del pasado de la corrupción en el fútbol italiano, donde vuelven a resurgir con muchísima intensidad los escándalos de compraventa de partidos como ya lo fuera en la década de los 80, al ser considerada la liga italiana el centro mundial de la corrupción en el deporte a raíz del escándalo de la “calcio-scommese”, el caso “totonero” o, más recientemente, la “calciopoli” en la temporada 2004/05, en el que se advertía un desorden brutal de las apuestas en el fútbol.
Pero el amaño de partidos no ha sido único en el Calcio, nada más lejos de la realidad, ya que esta técnica defraudatoria se hizo patente en otros lugares de Europa como fue el caso de Portugal, con el escándalo del “silbato dorado” o “silbato final” donde fue protagonista el Oporto, el “caso alemán” en el que el árbitro Hoyzer se vio involucrado en el amaño de partidos de la mafia croata que se encontraba instaurada en Berlín.
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Modificado el ( 03 de junio de 2012 )
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