Delimitando la desafiliación de la FIFA
Por Antonio Quintero
En un país como Venezuela, donde el fútbol se mueve por rumores y no por reglas, el argumento número uno para impedir el desarrollo del fútbol se ha vuelto “si haces esto o aquello, FIFA nos desafiliará”. Irónico ¿no?, la misma institución que entre sus objetivos tiene previsto desarrollar el juego del fútbol, por una serie de normativas y rumores, impide el desarrollo de éste. Pero, ¿hasta qué punto de una forma arbitraria puede la FIFA desafiliar a un país?
Es necesario acotar que con el presente texto no se pretende imponer una opinión. Por el contrario, se busca un debate para profundizar un tema que no ha sido lo suficientemente estudiado.
La
eterna amenaza de desafiliación de la FIFA, hace temblar a gobiernos en todo el
mundo, ya que la fuerza popular que ha adquirido éste hermoso deporte es muy
grande en el plano político. Entonces, los países del mundo sacrifican su
soberanía y sus leyes en pro de ver a las personas felices. En palabras más simples, el “Pan y
circo” que pregonaban los romanos, todavía está presente hoy en día. Y claro
está, que meterse con el “circo”, por parte de los gobernantes, es simplemente
un error catastrófico para sus intereses, debido a que de hacerlo perderían el
apoyo del público. Es por ello, que ante cualquier amenaza de desafiliación de
la FIFA, los países prefieren sacrificar casi todo, antes que quitarle el fútbol
al pueblo.
TEXTO COMPLETO
Antonio Quintero es abogado venezolano especialista en Derecho Deportivo Internacional, graduado de esta especialidad en el Instituto Superior de Derecho y Economía de España. Posee manejo de cuatro idiomas (Ingles, Francés, Portugués y Castellano). Con experiencia en la materia legal deportiva, tanto nacional como internacional, ya que ha trabajado en escritorios jurídicos de otros países en este campo. Entre otras cosas también ha sido campeón de la competencia Internacional Víctor Carlos García Moreno, sobre la Corte Penal Internacional y el Derecho Internacional Humanitario, en su edición del 2006.
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