03 de mayo de 2011 |
Lanzar balones al campo podría acarrear la suspensión del partido
El Comité Técnico de Arbitros ha dado la consigna de ser rigurosos con esta práctica que se ha puesto de moda en los últimos tiempos.
Ayer el árbitro del Racing-Mallorca, Delgado Ferreiro, avisaba al delegado de El Sardinero de que no dudaría en expulsarle si se producía algún incidente a este respecto y las niñas del equipo femenino del Sevilla se estrenaron como recogepelotas en el Sevilla Atlético-Cadiz.
Hay que recordar los episodios vividos en los campos Reyno de Navarra y La Romareda, donde caían balones al campo para provocar la interrupción del juego y la consiguiente pérdida de tiempo que, casualmente, beneficiaba a los equipos locales. No obstante, si bien en Pamplona los balones caían desde un sector de la grada, en Zaragoza la práctica adquiría un matiz más maquiavélico, ya que eran lanzados desde la zona del banquillo o los aledaños, es decir, por empleados del club (recogepelotas, los propios jugadores, etc).
Desde éstas páginas ya criticamos dicha actitud y destacamos la laxitud con la que ésta práctica tan antideportiva está “castigada” (sanciones que van desde los 600 hasta los 3.000 euros).
Al respecto el nuevo protocolo a seguir es tajante. partido, al tiempo que detalló su procedimiento. Primero: si el árbitro interpreta que cae uno o más balones con motivo de perder tiempo, la primera medida que tiene que tomar es expulsar al delegado de campo y a todos los recogepelotas del terreno de juego".Si aún así persiste la práctica, el árbitro parará el juego 2 o 3 minutos, y se avisará por megafonía la posibilidad de suspender el partido. Y por último si siguen cayendo balones, el árbitro suspenderá definitivamente el partido.
IUSPORT
|