06 de diciembre de 2010 |
LA “HUELGA” DE CONTROLADORES Y EL DEPORTE: UN CUENTO REAL
Por Juan de Dios Crespo Pérez
No se trata aquí de dar más o menos argumentos en pro o en contra de los controladores ni, tampoco, de ver los efectos generales en el deporte que su actuación generó. Solo quiero contar lo que me ocurrió, dentro del ámbito de mi trabajo, el famoso día "D". Salí de Valencia el viernes a las 13.00 en vez de las 11.00, como estaba previsto, hacia Lisboa, con el convencimiento de volver a las 22.15 a mi ciudad y poder disfrutar de un fin de semana largo, tranquilo y apacible. Si bien el retraso inicial no tenía ninguna connotación “huelguera” (palaba que me invento y que me parece adecuada para nombrar lo que ha ocurrido), debí haber sospechado algo. Incauto de mí, y con mi solo maletín/ordenador como compañía (y un buen libro, siempre) emprendí el viaje de trabajo a la capital vecina, para intentar solucionar amigablemente un caso de derecho deportivo. Llegado a las 14.00 y sentado media hora más tarde con mis clientes y adversarios, ajeno a lo que se tramaba en la piel de toro, continué escuchando, hablando y negociando hasta llegar a un punto (veremos si final…) en que había que volver al aeropuerto lisboeta. A las 17.00 horas, taurinas a más no poder, obtuve mi tarjeta de embarque y, tras las oportunas y necesarias compras (de las que hablaré más tarde) me dirigí a una sala de espera que mis múltiples viajes y sus consiguientes puntos me permiten disfrutar.
LEER TEXTO COMPLETO
|
Modificado el ( 06 de diciembre de 2010 )
|