EDITORIAL Por un cambio en el sistema de designación de las ciudades olÃmpicas
En un golpe de autoridad frente a Samaranch, el actual presidente del
COI, Jacques Rogge, ha rematado un proceso que ha conducido en silencio
y que le catapulta a lo más alto como el presidente que concedió a
Sudamérica los primeros Juegos de su historia. Asà será recordado. Su
mentor, Samaranch, hizo lo imposible por convencer a los miembros del COI, pero Rogge tenÃa su propio criterio, formado desde que se hizo pública la candidatura de Rio de Janeiro para 2016. Casualidades de la vida: Rogge
será reelegido presidente del COI. Los comentarios que circulan, en el sentido de que negociaciones polÃticas de alto voltage han estado detrás de la decisión final a favor de la ciudad brasileña nos parecen risibles. Por supuesto que las han habido, pero asà ha sucedido siempre y asà seguirá ocurriendo. Qué misiones desempeñaron las primeras autoridades polÃticas presentes en Copenague, desde el presidente español al norteamericano, pasando por Lula y el Premier japonés? Los esfuerzos de Samaranch para aislar al COI de "La PolÃtica", sin cuestionar sus buenas intenciones, era pedir un imposible o una operación cosmética (táchese lo que proceda). Son demasiados los intereses económicos y polÃticos que habitan en torno a la organización de unos Juegos OlÃmpicos como para permanecer ajenos a estos procesos de decisión.
Otra cosa es plantearse si el actual modelo es racional
¿Es lógico mantener el actual procedimiento de proclamadión de sede cuando la decisión está tomada antes del acto de presentación multimedia de las candidaturas?.
A este respecto, un miembro de "MADRID 2016" ha declarado: "Si tenÃan pensado rotar de continente, entonces por qué nos animan a que nos presentemos. El argumento de RÃo era intachable, pero el nuestro era el mejor proyecto". Aspecto éste que sà convendrÃa analizar.
En el caso de la designación de la Olimpiada 2016 es evidente que la decisión habÃa sido tomada (in mentis) antes, sin que ello nos lleve a cuestionar la legitimidad de Brasil para ser proclamada. Pero nos preguntamos: ¿es lógico un reglamento que obligue a mantener el acto de proclamación, en el actual formato, en todas las coyunturas? Es más, ¿no serÃa mas razonable decidir previamente el continente al que se va a asignar la sede?
"Si tenÃan pensado rotar de continente, entonces por qué
nos animan a que nos presentemos. El argumento de RÃo era intachable,
pero el nuestro era el mejor proyecto". Aspecto éste que sà convendrÃa
analizar.
En el caso de la designación de la Olimpiada 2016 es
evidente que la decisión habÃa sido tomada (in mentis) antes, sin que
ello nos lleve a cuestionar la legitimidad de Brasil para ser
proclamada. Pero nos preguntamos: ¿es lógico un reglamento que obligue
a mantener el acto de proclamación, en el actual formato, en todas las
coyunturas? Es más, ¿no serÃa mas razonable decidir previamente el
continente al que se va a asignar la sede?
El esfuerzo
económico, personal y polÃtico que los paÃses candidatos, no sólo Las
Ciudades, han realizado con vistas al acto de proclamación ha sido
verdaderamente descomunal, lo que exigirÃa cambiar el método de
designación. Es más, en el actual contexto de profunda crisis mundial,
más que necesario, el cambio del sistema nos parece verdaderamente
obligado.
¿Qué sentido tiene el desplazamiento a Copenague de
primeras autoridades polÃticas del Planeta, como Obama y dos primeros
ministros (España y Tokio), además del Rey de España y otras altas
personalidades, deportistas, dirigentes, etc..., con pérdida de un
tiempo precioso y el enorme gasto, sobre todo público -ahà radica su
importancia- consiguientes. No olvidemos el costoso protocolo de
seguridad que acompaña a los altos dirigentes polÃticos, sin desdeñar
otros gastos igualmente elevados.
Madrid 2016 se gastó 37,8 millones de euros
El esfuerzo económico, personal y polÃtico que los paÃses candidatos, no sólo Las Ciudades, han realizado ha sido verdaderamente descomunal, lo que exigirÃa cambiar el método de designación. Es más, en el actual contexto de profunda crisis mundial, más que necesario, el cambio del sistema nos parece verdaderamente obligado.
Por otro lado, ¿qué sentido tiene el desplazamiento a Copenague de primeras autoridades polÃticas del Planeta, como Obama y dos primeros ministros (España y Tokio), además del Rey de España y otras altas personalidades, deportistas, dirigentes, etc..., con pérdida de un tiempo precioso y el enorme gasto, sobre todo público -ahà radica su importancia- consiguientes. No olvidemos el costoso protocolo de seguridad que acompaña a los altos dirigentes polÃticos, sin desdeñar otros gastos igualmente elevados. IUSPORT. 04.10.09
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