Debemos hacer mucho más para atajar la violencia en nuestro fútbol Por Ramón MULET PACIS Carta abierta al Presidente de la RFEF Hablar de violencia en el fútbol es hablar de numerosos episodios que pasan semana tras semana en muchos campos de fútbol: tanganas entre jugadores, peleas entre aficionados, invasiones de campo y un largo etc. están a la orden del día. De todos esos actos vandálicos las agresiones a los árbitros son, sin ningún género de dudas, las más crueles, cobardes y reprochables; por ello tras cada agresión a un colegiado la indignación y frustración se instauran en los sentimientos de todos los árbitros de fútbol de nuestro país y aumenta si dicha antijurídica conducta es sancionada con tan solo unos meses de suspensión para el jugador. Creo que todos los que disfrutamos del fútbol debemos criticar la violencia en todas sus manifestaciones ;debemos contextualizar la violencia como un problema que nos afecta a todos, y contra el cual todos podemos y debemos luchar; debemos comprender el proceso por el cual la violencia genera violencia, no como algo automático ni inevitable, sino como una consecuencia del deterioro que puede producir en los mecanismos (cognitivos, afectivos y conductuales) de las personas y grupos que la sufren; debemos comprender la complejidad de las causas que originan la violencia; debemos analizar críticamente los numerosos episodios de violencia a los que los árbitros están expuestos domingo tras domingo; y debemos conceptualizar como violencia no sólo la que implica el uso de la fuerza física, sino también la violencia psicológica, de naturaleza gravemente destructiva para la personalidad o el bienestar psicológico de las personas que la sufren. La RFEF debería promocionar Programas de Educación para la Tolerancia y Prevención de la Violencia en el deporte dirigido a Jugadores, entrenadores, aficionados, y debería castigar con contundencia todas aquellas manifestaciones violentas. No tiene sentido la violencia y mucho menos que los violentos campen a sus anchas por los campos de fútbol semana tras semana. Los Comités de competición tienen las herramientas para sancionar con dureza todo tipo de actos violentos y son ellos, y solo ellos, los responsables de que un jugador que agrede a un árbitro vuelva a jugar al año de haberlo agredido. La teoría de la pena nos demuestra que para que una sanción sea eficaz ha de ser inmediata y ejemplar; solo así los violentos entenderán que no tienen sitio en el fútbol. Sr.Presidente de la RFEF: como responsable del fútbol español, debería adoptar todos los mecanismos necesarios para endurecer todas las sanciones motivadas por conductas violentas. Usted puede y debe hacerlo por el bien de nuestro fútbol. Sea inflexible en la lucha contra la violencia. Si lo hace, se convertirá en un buen Presidente para TODOS y no solo para los colectivos no arbitrales. Por Ramón MULET PACIS Arbitro Colegio Balear |