CUANDO UNA CAMISETA PUEDE CAMBIAR LA VIDA DE UN CLUB

¿Quién dice que lo más importante es la pelota?

Por Claudi MART�N i GES

Manresa, es una pequeña ciudad de unos 70.000 habitantes. Manresa es la capital de la comarca del Bages, situada en el corazón de Catalunya y puede presumir de algo que pocos sitios pueden: de tener un equipo de baloncesto en la segunda liga mundial, la ACB. Y, aún puede presumir de algo más: tiene un equipo, pequeño, que junto con sólo cinco equipos más (FC Barcelona, DKV Joventut, Unicaja, Tau y Real Madrid) es campeón de la ACB. Este equipo es el Ricoh Manresa.

Abucheos a Rafael Nadal en París

Por Ã�ngel Andrés JIMENEZ BONILLO 

He leído (con sorpresa) en la edición digital de un famoso periódico deportivo que Rafael Nadal, como número uno que es, merecía un trato más respetuoso por parte del público francés cuando se retiró, lesionado, hace unos días en el Masters Series de París. Digo "con sorpresa" porque me parece increíble que se escriba sobre el respeto que merece Nadal (que lo merece, sin duda, pero no por su calidad tenística, sino simplemente por su condición humana) y nunca, por ejemplo, del respeto que merecen los árbitros (empezando por los de fútbol, los más vilipendiados).

El A.C. Milan de Avila: Sueño e Ilusión

Por Juan Luis ESPADA CORCHADO

La escuela de fútbol, que el equipo milanés tiene en Ã�vila, constituye un proyecto maravilloso, ilusionante  y hasta envidiable desde el punto de vista educativo, formativo y del desarrollo del fútbol base. El proyecto de academia de fútbol base que desarrolla la Academy Milán de Ã�vila es cada día más real, más tangible y más cercano. Está sustentado en pilares básicos capaces de ofrecer una garantía en cuanto a formación de jóvenes valores, no sólo en el plano deportivo, sino también haciendo especial hincapié en el apartado relativo a la educación.

Carta abierta a la Real Federación Española de Fútbol y al Comité Nacional de �rbitros de Fútbol

Por �ngel Andrés JIMÉNEZ BONILLO

Acabo de ver la imagen de un árbitro con la nariz y dos dientes partidos. Agresiones como ésta no aparecen de la nada. Cuando miles de seres humanos insultan a otro sin que la opinión pública (es decir, todos y cada uno de nosotros, así como los medios de comunicación) ponga el grito en el cielo, entonces, por pura inercia, tarde o temprano la brutalidad alcanza cotas mayores. Es precisamente el deseo de que la educación reine en el fútbol el único motivo de que yo no permita faltas de respeto por parte de los espectadores en los partidos que dirijo. ¿Es que las hay en el tenis?

Insultarías a tu hijo?

Por �ngel Andrés JIMÉNEZ BONILLO

Lo que jamás aprobaríamos fuera de un campo de fútbol, ¿por qué lo aprobamos dentro? Lo que jamás nos gustaría para nuestros hijos, ¿por qué no lo condenamos cuando lo sufren otros? Por muy habitual que sea una conducta, no tiene por qué ser conveniente. Un deporte que no sea ejemplo de educación no conviene a nadie.