DEPORTE Y MEDIO AMBIENTE

(UNA INTRODUCCIÓN)(1)

Dr. Gabriel REAL FERRER

Profesor Titular de Derecho Administrativo

Presidente de la Comisión Gestora de la Asociación Internacional de Deporte y Medio Ambiente

Universidad de Alicante


SUMARIO: 1. Las relaciones entre deporte y medio ambiente. El Deporte, actividad humana. 1.lAlgunos puntos de fricción. A) Deporte y naturaleza. Algunas manifestaciones. B) Las grandes manifestaciones deportivas. C) Turismo deportivo. D) Las instalaciones. 1.2 Los aspectos positivos. A) La organización internacional, B) La ética. 2. La reacción. 2.1 El liderazgo del Comité Olímpico Internacional. 2.2 Las Declaraciones sobre deporte y medio ambiente. 3. El Derecho del Estado. 4. Presente y futuro.

1. Las relaciones entre deporte y medio ambiente. El Deporte, actividad humana.

Todos somos conscientes de que el deporte es, seguramente, la faceta de la actividad humana que mayor crecimiento ha tenido en estas últimas décadas. El deporte se ha incorporado a los hábitos cotidianos de los ciudadanos contemporáneos y es una de las actividades de ocio a las que más tiempo dedican. Además, como sector económico, le disputa las cifras de negocio a los sectores tradicionales, como el automóvil, o a los emergentes, como la informática. Es, sin duda, el fenómeno cultural más importante con el que el hombre va a iniciar el próximo siglo.

Como toda actividad humana, el deporte interactúa con el entorno, con los elementos naturales, en definitiva y usando la terminología de los que nos consideramos ambientalistas, produce impactos ambientales. Hay que decir, inmediatamente, que la cuestión no es que una actividad, sea cual sea, no produzca impactos -eso es inevitable, incluso respirar produce impacto y no vamos a dejar de hacerlo- lo importante es que esos impactos sean evaluados, previsibles y asumibles.

Hoy, que el deporte ha dejado de ser la actividad de unos cuantos románticos para convertirse en una actividad de masas, debemos empezar a evaluar y prever esos impactos, con el objetivo de contribuir a su disminución y/o compensación. Ese es el objetivo de la interiorización de las preocupaciones ambientales en el deporte.

Por otra parte, si la actividad deportiva es uno de los rasgos que servirían para definir a nuestra sociedad actual, es reto más importante de la humanidad para el próximo siglo es, precisamente, compatibilizar su desarrollo cualitativo y cuantitativo con la preservación de los valores y recursos naturales. Esto no es un desafío más, es simplemente una cuestión de supervivencia y, como demostró la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo, Río´92, es una tarea que a todos nos atañe. El mundo del Deporte no podía quedar ajeno a este llamamiento. Debemos acostumbrarnos, pues, a la simbiosis Deporte y medio ambiente. Por mi parte, intentaré ofrecerles una visión panorámica de cuestión.

1.1 Algunos puntos de fricción.

Es frecuente que al hablar de las implicaciones ambientales del Deporte se produzca, inicialmente, un cierto asombro. En efecto parece que pocas cosas hay en la vida que resulten más inocuas al medio ambiente que el deporte. Sin embargo algunas manifestaciones deportivas pueden resultar muy impactantes para el entorno. Veamos algunas de ellas.

Deporte y naturaleza. Algunas manifestaciones.

Las relaciones más evidentes entre Deporte y medio ambiente se encuentran en aquellas modalidades deportivas que se practican en contacto con la naturaleza. En efecto, el esquí, el montañismo, la bicicleta de montaña, la pesca, la caza y tantos otros deportes se practican en medios naturales, normalmente de gran valor ecológico. No es este el momento para hacer una descripción detallada de los impactos que estos deportes producen en la naturaleza, pueden Ustedes imaginárselos, pero les aseguro que son muy variados y crecientemente importantes debido a la creciente masificación(2). Van desde la compactación de suelos (bicicleta, acampada, moto-cross …), al estrés de la fauna(3) (motociclismo, motonáutica, incluso senderismo …), a la alteración de márgenes de ríos (piragüismo, "rafting" …) o al envenenamiento por ingestión de perdigones de plomo, pasando por las toneladas de basura que diariamente se abandonan en el medio natural a raíz de estas prácticas deportivas.

En este campo, los aspectos a tener en cuenta son, esencialmente, tres: en primer lugar, las instalaciones, en aquellos deportes que lo requieran; en segundo lugar, las pautas de comportamiento de los practicantes y, en tercer lugar, los límites que el Derecho puede imponer a ciertas prácticas..

Algunos de los deportes de naturaleza requieren de infraestructuras costosas y de elevado impacto ambiental, tal es el caso de algunas modalidades de deportes de invierno. En la actualidad en casi todos los países la nueva construcción de estas instalaciones o la ampliación de las ya existentes requiere de licencia sometida a evaluación de impacto ambiental, lo que supone una garantía de racionalidad en su realización. Menos regulado son los aspectos relacionados con la adecuada administración de estas instalaciones. Aquí la atención debe centrarse especialmente en dos aspectos, a saber, el control sobre los consumos, especialmente de agua y de energía y la minimización y adecuada gestión de los desechos.

Un aspecto más importante es el relacionado con los comportamientos de los deportistas. Los deportes de naturaleza se practican muchas veces en soledad o entre amigos y, por tanto, faltos del control social que supone la presencia de la colectividad. Lo único que guía su actuación es su propia conciencia, por ello, la cultura ambiental de estos deportistas es tan importante. Las Federaciones deben liderar estos esfuerzos(4), estableciendo reglas de comportamiento a sus asociados respetuosas con el medio y, sobre todo, dando ejemplo. El mensaje debe ser que el que realmente es un buen deportista cuida de su entorno y es responsable de sus actos, los que así no actúen son unos advenedizos que nada tienen que ver con el deporte. Por otra parte las campañas de información y concienciación son absolutamente imprescindibles, ya que, aquí, como en muchos otros campos, la vía de la represión es muy poco eficaz.

Por último, al Estado corresponden algunas actuaciones imprescindibles, además de la legislación sobre instalaciones, que se da por supuesta, le corresponde la aprobación de reglamentos técnicos sobre los equipos a utilizar y el establecimiento de límites y, en su caso, prohibiciones de acceso a parajes especialmente sensibles. En todos estos campos, la colaboración entre Federaciones y autoridades del Estado debe ser especialmente estrecha.

Las grandes manifestaciones deportivas

La segunda área de conflicto puede ser la realización de grandes eventos deportivos, como, por ejemplo, los Juegos Olímpicos o el reciente Mundial de Fútbol, sin olvidar otros muchos eventos que sin ser tan multitudinarios pueden tener importantes efectos sobre el medio en que se realizan. En estos casos lo que puede producir impactos ambientales no es la propia práctica del deporte, ni dependen sus efectos del comportamiento personal de los deportistas, por lo tanto la estrategia debe ser otra.. Lo sustancial aquí es gestionar bien todo aquello que rodea al hecho deportivo y no éste en sí mismo. El problema consiste en la acumulación súbita de un gran número de personas que puede desestabilizar los métodos de gestión de recursos de cualquier ciudad.

Los mayores problemas se presentan en los siguientes campos:

-Transportes

-Demandas de agua y energía

-Gestión de residuos (sólidos y líquidos)

-Riesgos para el patrimonio histórico artístico

Turismo deportivo

Una nueva manifestación del dinamismo del sector deportivo y de su facilidad para penetrar otros sectores, es el que podemos denominar "turismo deportivo", no asociado a grandes acontecimientos. Se trata de un nuevo segmento de la oferta turística deseosa de encontrar alicientes a sus clientes así como nuevos espacios de mercados. En Alicante, por ejemplo, cada dos años se reciben a cuatro mil gimnastas daneses de todas las edades que vienen durante una semana a practicar en la playa. Este tipo de turismo no es muy diferente al habitual, pero hay otras ofertas, relacionadas en especial con deportes de naturaleza e íntimamente entroncadas con el llamado "turismo verde", tan peligroso, que llevan multitud de turistas deseosos de bellezas naturales y de aventura a lugares especialmente sensibles. Lo singular y amenazante de estas prácticas es que los turistas muchas veces no son auténticos deportistas y las Federaciones poco pueden hacer frente al afán masificador de las agencias de viajes. El potencial arrasador de estas prácticas es muy elevado y ya se puede apreciar en lugares como Costa Rica u otros países latinoamericanos.

D) Las Instalaciones.

En este pequeño repaso de los impactos y amenazas, no podemos ignorar uno de los aspectos más importantes, como es el de las Instalaciones. Cada día más las instalaciones deportivas son uno de los equipamientos públicos más numerosos por lo que, aunque únicamente fuera desde le punto de vista cuantitativo, tendrían importancia. Pero, además, estos equipamientos generan una gran actividad en su entorno y pueden concitar a gran número de personas.

De las instalaciones en la naturaleza algo hemos hablado, pero quisiera ahora decirles que la evolución conceptual en el diseño y función urbana de las instalaciones deportivas es enorme. Ya no se conciben aisladamente sino como parte integrante de los cada día más amplios espacios lúdicos y de ocio de las ciudades. El ejemplo del complejo "Arena" de Amsterdam es importante, como lo es el del nuevo estadio de Saint Denis. Estamos asistiendo a la emergencia de una nueva generación de este tipo de equipamientos en los que los aspectos ambientales tienen gran importancia. El cuidado en los consumos de energía, a través de la arquitectura bioclimática, o la utilización de nuevos materiales, procedentes del reciclado, unido a la planificación del tráfico que se genera en su entorno y al uso de nuevas tecnologías, presidirán estas nuevas "catedrales" del siglo XXI.

1.2 Los aspectos positivos

Vemos, pues, que una actividad tan importante como es el deporte no puede dejar de entrañar riesgos y amenazas para el equilibrio ambiental de nuestro Planeta. Sin embargo, yo soy extraordinariamente optimista, creo que la adopción por parte del sector deportivo de los valores ambientales es una de las mejores cosas que le ha podido pasar a nuestros agredidos ecosistemas. Brevemente, comentemos el lado positivo.

La Organización internacional

Uno de los principales problemas con que se enfrenta la defensa de los ecosistemas es que éstos constituyen un sistema global, la biosfera, que debería ser gestionado de modo unitario. Sin embargo, la humanidad está dividida en Estados y no existe una autoridad superior que imponga aquellas conductas que serían necesarias para la conservación del Planeta. Por otro lado, las Organizaciones No Gubernamentales de corte ambientalista o ecologista no consiguen actuar unidas, ni han obtenido una aceptación generalizada, sin duda por sus componentes ideológicos y el afán protagonista de alguna de ellas.

El deporte, en cambio, es la más consolidada y fuerte organización internacional que existe. No conoce de fronteras políticas ni ideológicas, es un movimiento mundial. Tiene la capacidad -única- de transmitir valores y reglas de un extremo a otro del planeta de modo casi instantáneo. Está perfectamente organizado y fuertemente jerarquizado. Los componentes de la organización se afilian a ella de modo voluntario, compartiendo modos de vida y valores, en definitiva una forma de entender la vida. El deporte es un movimiento que difunde un nuevo humanismo, una cultura. Una vez ha asumido la protección de la naturaleza en su ideario, el deporte es, sin duda, es el mejor cauce para difundir los valores y la cultura ambiental.

B) La ética

Esa condición de vector de difusión de la cultura ambiental es, a mi juicio, el punto central de esta confluencia Deporte - Medio ambiente. El aspecto que quisiera dejar como "idea fuerza" de esta intervención: El deporte comparte con el ecologismo gran parte de sus valores, de su sistema ético.

Como hemos dicho la filosofía que está tras el Deporte es una forma de humanismo, es decir, una manera de entender el lugar que corresponde al hombre en la Creación, para los creyentes, o simplemente en la naturaleza para los no creyentes.

Desde sus orígenes más conocidos, en Olympia, el Deporte ha concebido su práctica con el respeto al entorno. El hombre, idealizado, es la máxima expresión de la naturaleza, pero es también naturaleza. Por lo demás, el deporte es consustancialmente un sistema de reglas y valores. El respeto al contrario, es también respeto a la naturaleza cuando uno se mide con ella. El fair play, es decir, el actuar correctamente, el sometimiento voluntario a las reglas, quiere decir que se busca ganar, pero no a cualquier precio, que tan importante es el "que" como el "cómo". La no discriminación racial, tan propia al espíritu deportivo, quiere decir que se entiende a la humanidad como lo que es: una especie única (y, añadiría, amenazada) que comparte el mismo Planeta. El rechazo del dopaje quiere decir que no se puede, no se debe, forzar a la naturaleza, por respeto a uno mismo y por respeto a los demás.

Estos, y algunos valores más, forman parte de la cultura, de la ética ambiental. Y son perfectamente compatibles Aun más, son, poco más o menos, los mismos. Constituyen, uno y otro, los dos únicos sistemas éticos con vocación universal de este momento.

Pero el deporte tiene una capacidad que le falta al ecologismo: es, en sí mismo, un instrumento educativo. La práctica del deporte forma, instruye, educa en determinados valores de modo espontáneo y consustancial a la misma práctica. Al niño, al joven hay que instruirlo en los valores ambientales, el deporte, en cambio, es la propia escuela. Por tanto, si la práctica deportiva integra los valores ambientales, éstos se trasmitirán naturalmente a los deportistas y el deporte hará gala, una vez más, de su potencial pedagógico, ahora con la cultura ambiental.

2. La reacción

2. 1 El liderazgo del CIO

El Movimiento Olímpico ha comprendido muy pronto el trascendental papel que puede desempeñar en este campo y la responsabilidad que le atañe. Desde 1.991 la Carta Olímpica incluye referencias a la protección del ambiente, pero es desde 1.992, a raíz de la participación del CIO en la Conferencia de Río, cuando se ha adoptado una posición más decidida. El Presidente Samaranch manifestó inequívocamente esta posición al declarar que "Le Comité International Olympique este déterminé à faire de l´environnement la troisième dimension de l´Olympisme avec celles du sport et de la culture"(5). Esta voluntad se tradujo en la creación de una Comisión de Medio Ambiente, en el seno del CIO, presidida actualmente por Pál Schmitt.

En estos últimos años el liderazgo del CIO en este campo ha sido indiscutible. Ha organizado dos Conferencias mundiales sobre la materia(6), y numerosos seminarios regionales(7), ha estado presente y auspiciado otros Congresos Internacionales, como el Barcelona(8), ha estimulado el que los Comités Olímpicos Nacionales celebren anualmente un "Día contra la Polución", con repercusión en todo el mundo, ha alentado a las Federaciones Internacionales a que lleven esta cuestión a sus Estatutos y, en definitiva, ha difundido el mensaje ambiental a toda la organización deportiva, haciéndolo suyo.

Pero, lo que aun es más importante, el CIO ha aplicado escrupulosamente a la celebración de los Juegos el mensaje que difunde. Los "Manuales de Candidatura" exigen a las ciudades candidatas que sus proyectos incorporen los más modernos métodos, técnicas y tecnologías para que sus Juegos produzcan el menor impacto posible al ambiente y, desde luego, puedo afirmarles que junto al programa deportivo, al de instalaciones o al de seguridad, el Programa ambiental que presentan las ciudades candidatas es determinante para la concesión de unos Juegos.

En definitiva, siendo que, como dice el Presidente Samaranch, el Movimiento Olímpico es, sobre todas las cosas, un movimiento humanista y pedagógico, se ha aplicado a difundir este valor cultural.

2.2 Las Declaraciones sobre Deporte y Medio Ambiente.

Existen, hasta el momento, dos textos que, a mi juicio, definen muy bien la naturaleza y vínculos en estas realidades sociales. El primero de ellos es la "Carta de Barcelona" producida en el Congreso de Barcelona de 1.996 y, la segunda la Resolución de la Conferencia de Kuwait. Uno y otro siguen líneas parecidas y lo que importa es que suponen el compromiso del sector deportivo en la defensa de la naturaleza y del ambiente. El primero es más general, más ambicioso, diría, y está planteado más como un encuentro entre dos sectores, el deportivo y el ambiental, que mútuamente se reconocen y deciden progresar juntos, el segundo es más unilateral, hecho por y para el Movimiento Olímpico. El primero presta más atención a la cultura, a la ética y a la educación, el segundo más a las técnicas. Contiene, no obstante, una propuesta de creación de un "banco de ideas" que es muy interesante. No les oculto que me gusta más el primero, quizá porque participé en su redacción, pero, en todo caso, los dos constituyen guías de acción para el sector deportivo, definen la manera de afrontar la responsabilidad de los deportistas, como ciudadanos privilegiados del mundo, frente al deterioro del Planeta.

3. El Derecho del Estado

Otra reflexión que quería hacer con Ustedes es la referente al papel del Derecho del Estado en este campo. Debo decir, de entrada, que pienso que la cuestión que nos ocupa es responsabilidad del mundo del deporte, que únicamente la formación y la información, el ejemplo y la voluntad de hacer las cosas bien, pueden contribuir definitivamente al éxito. No creo, por tanto, en el traslado de la responsabilidad a los Estados, a los poderes públicos. El éxito o el fracaso dependen, en primer término de nosotros mismos, como federaciones, como organizadores, como deportistas o como espectadores. Sin embargo, el Derecho del Estado no puede quedar ajeno.

Ya sabemos que hoy se conciben a las preocupaciones ambientales como parte integrante del resto de políticas, también, por tanto, de las deportivas. Las Leyes del Deporte no suelen hacer referencias muy precisas a los aspectos ambientales, normalmente no pasan de indicar la necesidad de respetar el medio ambiente, sin más precisiones. El borrador del frustrado proyecto de reforma de la Ley del Deporte en Francia era, en este sentido, un ejemplo a seguir. Espero que se retome esa filosofía.

No obstante, al Estado le corresponde un marco de juego general en el que puedan desarrollarse las actividades deportivas. Entro otras acciones podríamos destacar:

a) Proyectar las instituciones propias del Derecho ambiental al ámbito deportivo:

-Evaluación de Impacto ambiental

(Construcción o ampliación de infraestructuras deportivas de cierta entidad o relacionadas con el medio natural. Proceso de toma de decisión respecto de grandes acontecimientos deportivos)

-Auditoría ambiental

(Gestión de instalaciones deportivas. Desarrollo de acontecimientos. Federaciones)

-Ecoetiqueta

(Material deportivo)

b) Regulación general de la actividad

-Prohibición de determinadas prácticas pseudodeportivas(9)
-Homologación de determinado material deportivo

-Limitación del acceso a determinados parajes

4. Presente y futuro

Finalmente quisiera hacer compartir algunas reflexiones sobre el presente y el futuro inmediato de la actividad deportiva, lo que será, sin duda, trascendente para su relación con el medio. Es evidente que el deporte continuará evolucionando rápidamente en las próximas décadas y yo creo que esta evolución vendrá marcada por tres tendencias:

Las nuevas tecnologías que seguirán revolucionando los equipos y las tácnicas de los deportes tradicionales, pero, sobre todo, estimularán la emergencia de nuevas manifestaciones deportivas (sigo pensando, como he dicho en otro lugar, que no está lejano en día en que sea una realidad lo que he denominado "sportica" y que permitirá que el hombre se confronte con las máquinas más allá de los juegos de habilidad hoy existentes)(10).

La profundización en la sociedad de la comunicación, en el seno de la "aldea global", lo que tendrá consecuencias, al menos, en dos aspectos: la posibilidad de transformar en deportes espectáculo, a través de su seguimiento televisivo, a deportes como la vela o los de aventura que hoy carecen de espectadores y, en segundo lugar, al redimensionamiento de los grandes acontecimientos deportivos. En efecto, los ingresos de un acontecimiento dependen cada día menos de las taquillas y de la publicidad directa, los espectadores no son pues, las fuentes de ingresos preferentes. Sin embargo, a partir de un determinado número de espectadores los problemas de organización superan ampliamente a las ventajas. Estoy seguro -y así se ha apuntado por los organizadores de Francia´98- que la carrera por el gigantismo en los grandes acontecimientos está próximo a finalizar.

Finalmente, los cambios vendrán también de la mano de la propia evolución de las necesidades del Hombre. El deporte, como toda manifestación cultural, sirve, en primer lugar, para satisfacer las artificiales demandas de esta especie pensante. Si éstas cambian, cambiará el propio objeto del deporte y sus concretas materializaciones. El deporte, visto desde la perspectiva del practicante, satisface esencialmente dos necesidades, que no son otras que el reconocimiento del propio cuerpo y el deseo de vencer, de rivalizar, de confrontarse con el otro. Ciertamente que estas necesidades no desaparecerán, pero el hombre moderno busca también en el deporte otras cosas. De una parte, al cultoi al cuerpo se le una, cada día más, el amor-necesidad de estar en contacto con la naturaleza, lo que explica la orientación hacia nuevas formas de deporte, sobre todo los de aventura, que asimismo satisfacen el deseo de desafiar lo ignoto. Por otra, la competición pierde importancia como motor de la práctica deportiva ya que, efectivamente, lo importante es participar, los aspectos lúdicos, la descarga de energía que el acto deportivo supone, en definitiva, también, el acto social y no tanto el ganar que, todos somos conscientes únicamente está al alcance de unos pocos.

Esta evolución modificará profundamente el panorama. Habrán nuevos deportes y los de naturaleza crecerán espectacularmente. El deporte no federado será progresivamente más importante, hasta el punto de que si las federaciones no lo remedian, el deporte federado será prácticamente residual, al menos en términos cuantitativos. Los recursos económicos del deporte se orientarán más hacia el espectáculo televisivo, y la publicidad a él asociado, y a los materiales y equipos deportivos cuyo consumo seguirá creciendo, que, sin duda, a los ingresos por taquilla.

En cuanto a las relaciones deporte-medio ambiente, ya he dicho hace algún tiempo que ha pasado tres etapas: la del mutuo descubrimiento, la de la integración de los valores ambientales en la organización deportiva y, finalmente, la de la estable coexistencia. Yo creo que estamos finalizando la segunda y muy pronto los valores ambientales formarán parte, de manera natural y consustancial del universo valorativo del deporte. Es de esperar que las federaciones y el conjunto de la organización deportiva, sepan como afrontar los desafíos que les esperan y sigan liderando esta transformación.

En todo caso, y para concluir, creo sinceramente que el Hombre del tercer milenio será un hombre inspirado por los valores del deporte y del respeto a la naturaleza o no será, realmente, un Hombre.

NOTAS FINALES:

1. Este texto reproduce prácticamente las conferencias impartidas, con el mismo título, en el coloquio internacional "Le Sport de Haute Competition à l´aube du 3ème millénaire", organizado por la Universidad París 8 de Saint Denis, los días 8 y 9 de junio de 1.998, y en el curso "Hacia un nuevo derecho deportivo: retos y perspectivas", organizado por la Universidad Europea de Madrid, en Marbella, los días 20 a 24 de julio de 1.998.

2. 1 En un recientísimo informe, el "Libro Verde sobre I+D en el Deporte" editado por el Consejo Superior de Deportes español (abril, 1.998), se indica, en términos de porcentajes, los artículos deportivos más frecuentes en los hogares españoles. Muchos de ellos tienen que ver con estas modalidades y son los de mayor crecimiento. Así, por ejemplo, en 1.995, algunos de estos artículos son: Bicicleta 66%, Tienda de campaña 36%, Equipo de pesca 29%, Escopeta de caza 20%, Equipo de buceo 17%, Equipo de montañismo 15%.

3. 2 Aunque resulte anecdótico, son frecuentes las quejas de los ganaderos al detectar una brusca caída de la producción de leche en las vacas con ocasión de algún acontecimiento deportivo. Personalmente he vivido la de unos ganaderos colombianos a raíz de los entrenamientos y pruebas de Campeonato del Mundo de Ciclismo, algunos de cuyos trazados discurrían por fértiles zonas ganaderas. En estos días, la prensa española se ha hecho eco de las mismas protestas debidas a la concentración de la Selección de Fútbol en Santander. Los numerosos curiosos y periodistas que la siguen han perturbado la paz de las vacas que pastan en las inmediaciones con descensos del 40-50% en su producción. En cuanto a la fauna salvaje, el estrés resulta menos cuantificable, pero algunas especies de aves han dejado de anidar en lagos donde se practica la motonáutica

4. 3 De hecho algunas federaciones ya han editado manuales o "Códigos de conducta" para sus deportistas o han creado estructuras organizativas con el fin de atender a los asuntos ambientales, como la Ecology Unit de la European Golf Assotiation, con sede en Bruselas.

5. 4 Allocution d´ouverture , Conférence Mondiale sur le Sport et L´environnement", Lausanne, juillet, 1.995.,

6. 5 Como la ya citada celebrada en Lausanne y la reciente Conferencia Mundial de Kuwait, celebrada los días 1 y 2 de noviembre de 1.997.

7. 6 Como el Seminario Regional de Oceanía, celebrado en Apia, Samoa, los días 4 y 5 de diciembre de 1.997

8. 7 Congreso Mundial Deporte y Medio Ambiente, España96, celebrado en Barcelona los días 20 al 22 de marzo. del que tuve el honor de ser Director Científico.

9. 8 Por ejemplo, la muy reciente Ley de control de los recursos pesqueros 14/1998, de 1 de junio sanciona cualquier actividad, incluidas las subacuáticas, que perjudique la gestión y conservación de los recursos marinos vivos (artículo 7.2) o la "utilización para la pesca de explosivos, armas, sustancias tóxicas, venenosas soporíferas o corrosivas" (artículo 8)

10. 9 De hecho, en una reciente reunión a la que asistí en la Universidad de Saint Denis, con ocasión del Mundial de Fútbol, se hizo una demostración de un sistema virtual de entrenamiento para diversos deportes, sumamente interesante.

Alicante, Julio 1998.


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