OPINIÓN

A PROPÓSITO DEL USO DEL VIDEO ¿están las normas del fútbol alejadas de la realidad?

Por  Jorge D. Ramos Cabrera

Abogado

El abogado francés Méhana Mouhou ha manifestado su intención de pedir que el cuarto árbitro de la final del mundial entre Francia e Italia, declare ante la justicia francesa si vio con sus propios ojos la agresión de Zidane a Materazzi, con el objetivo de que si se ayudó de otro medio, concretamente el vídeo, anular el encuentro y que se vuelva a repetir. Basaría sus pretensiones, en la normativa de FIFA, que prohíbe el uso del vídeo para la toma de decisiones, lo que por ende sería ilegal el sancionar un acto con la ayuda del vídeo.

La cuestión no es baladí, como ha quedado  reflejado en los numerosos comentarios y opiniones que ha suscitado dicha cuestión desde los años noventa (Véase la cantidad de artículos publicados en Iusport) y la corriente al respecto encabezada por Antonio Aguiar Díaz). Dicha corriente está más de actualidad que nunca pues ha apostado desde el primer momento por la introducción de la tecnología al auxilio del deporte en general y del fútbol en particular. Así se ha hecho en otros ámbitos profesionales y así debiera ser en todos los ámbitos, incluido el fútbol.

La cuestión que pudiera plantear ante los tribunales galos el abogado Méhana Mouhou y la posterior declaración del cuarto árbitro Medina Cantalejo,  podría poner en jaque el sistema jurídico-deportivo en relación al fútbol, pues habría una colisión, a mi entender grave, entre lo sustantivo y lo procedimental, además de producirse un hecho sin precedentes. Que se esté cuestionando la final del Mundial por el hecho de si el cuarto árbitro se ayudó del vídeo o no para que el árbitro tomara la decisión de expulsar a Zidane, pone de manifiesto la dimensión de lo que se cuestiona, y hasta la fecha FIFA no se ha enterado o no ha querido enterarse de las consecuencias de no afrontar la realidad y atender las peticiones razonadas que demanda un sector de la doctrina jurídico-deportiva.

Al margen de que prosperen o no las acciones del abogado, cosa que parece improbable pues para empezar los tribunales de Francia no tienen competencia material ni territorial, hay una impresión unánime de que en este sentido la norma debe cambiar, por el bien y la calidad del fútbol. Con la norma en la mano, si el tribunal apreciara que el árbitro se ayudó del vídeo, debería cuanto menos anular la tarjeta roja mostrada a Zidane, y todo porque la decisión se tomó con la ayuda de un medio ilegal; ésto sin duda supondría un dislate entre la realidad y la norma, pues la agresión existió y la vieron millones de personas en tiempo real, unos presencialmente y la mayoría por la televisión, lo que supondría un conflicto entre la realidad y la norma.

Siempre se comenta que las normas deben ir adaptándose a la realidad, pues de no ser así perderían su sentido y finalidad. Así las cosas, vemos que las normas de FIFA en relación al particular están a años luz de la actualidad. Planteamos las siguientes cuestiones al hilo:

-¿Qué ocurriría en el hipotético caso de que se estimaran las pretensiones del abogado y se anulara el encuentro?

-¿Qué ocurriría en el hipotético caso que debiera repetirse la final y el actual campeón se negara a disputar el encuentro?

-¿Qué ocurriría en el hipotético caso que  se disputara nuevamente la final y la ganara  Francia?

-¿Quienes responderían de los perjuicios que ocasionaría tal decisión?

-¿Qué recuerdo guardaríamos del mundial de Alemania 2006?

Por tanto, y como conclusión, entendemos que si la sociedad evoluciona también deberán evolucionar las normas y es ahora el momento oportuno para regular el uso de los medios tecnológicos al auxilio del arbitraje, con el fin de dar grandeza al deporte.

Las Palmas de Gran Canaria a 13 de Julio de 20006