Lunes
16 noviembre
1998 - Nº 927

 

 


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DEPORTES
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Francia, sola en la lucha penal contra el dopaje

La ministra francesa de Deportes no logra las suficientes adhesiones en los países de la Unión Europea

LUIS GÓMEZ, Madrid
Los países de la Unión Europea difícilmente aceptarán seguir el ejemplo francés en la lucha contra el dopaje, lo que significaría introducir aspectos penales en su represión y castigo. El esfuerzo de la ministra francesa de Juventud y Deportes, Marie George Buffet, que mantiene una intensa actividad en las últimas semanas con los principales dirigentes europeos del Deporte, no va a tener esa recompensa, según fuentes comunitarias.

"Hay que tener en cuenta que los 15 países de la Unión suponen la primera potencia deportiva mundial. Francia puede lograr establecer algún tipo de cooperación entre estos países, alguna acción conjunta, alguna referencia a la lucha contra el dopaje, pero fundamentalmente está tratando de evitar el aislacionismo a que se puede ver abocado su país a la hora de organizar grandes eventos internacionales", declaró una fuente del Comité Olímpico Internacional. "Francia puede quedarse como el único país que sancione con una ley penal la práctica del dopaje y ese hecho puede motivar que muchas federaciones internacionales eviten que se organicen en suelo francés los grandes eventos deportivos".

La ministra francesa se entrevistó el pasado lunes con el Secretario de Estado para el Deporte español, Santiago Fisas. El martes se entrevistó con Marcelino Oreja, comisario de Relaciones Institucionales, de quien depende esta cuestión en la Comisión Europea. Luego lo hizo con los dirigentes deportivos de Portugal y el viernes con los italianos. Buffet tanteó la posición española al respecto a lo largo de casi tres horas y media de reunión.

España se opone a resolver los problemas del dopaje por la vía penal. Para nuestro país, sin embargo, el problema era conocer si Francia podía conseguir muchos aliados para su causa. "Si una sensible mayoría de los países europeos se mostraban de acuerdo en acudir a la ley penal, nos veríamos obligados a reconsiderar nuestra posición", reconoció un portavoz del Consejo Superior de Deportes, "porque España no puede quedarse sola en ese aspecto". Las noticias que se tenían era que Francia podía haberse ganado la adhesión de Suecia y Bélgica, pero también la de Italia y Alemania.

"La posición italiana ha cambiado con el nuevo Gobierno. El anterior ministro de Deportes italiano, Walter Veltroni, sí parecía partidario de acudir a la vía penal, acuciado por los problemas que se estaban suscitando en su país con el escándalo del fútbol y del laboratorio de Roma. Pero el actual Gobierno de Massimo D` Alema ha variado su posición".

"Es poco probable que Francia consiga una unanimidad", señaló una fuente comunitaria, que hacía alusión a la tremenda dificultad de tener que adaptar las legislaciones penales de los miembros de la Unión Europea. "Hay que tener en cuenta que, de llegarse a una medida de ese calibre, habría que reformar el código penal español. Los franceses, por ejemplo, pretenden, en la reforma de su ley, que haya un procurador único encargado de la lucha contra el dopaje".

Armonización

Las autoridades comunitarias creen que lo más sensato es armonizar las listas de sustancias prohibidas, tal y como propone el COI, y emprender acciones comunes en materias como investigación, educación de la juventud y ayuda a los laboratorios. Y no descartan que ciertos sucesos ocurridos en el pasado Tour de Francia puedan tener algún tipo de repercusión en los tribunales comunitarios, tanto el de Estrasburgo como el de Luxemburgo: "Los ciclistas del TVM, a quienes se retuvo y se les extrajo muestras de su cabello y su sangre, puedan acudir a tribunales comunitarios por varios motivos, porque piensen que se han violado algunos de sus derechos o porque entiendan que la ley francesa les impide ejercer su trabajo y atenta contra la libre circulación".

Francia hizo una auténtica puesta en escena con motivo de la presentación del Tour, cuando los máximos dirigentes de la carrera se atribuyeron la capacidad de aceptar o expulsar a los corredores e incluso recomendaron al COI que no acepte en unos Juegos Olímpicos a aquellos países que no tengan una legislación penal contra el dopaje. "El problema de Francia es que, si su iniciativa no tiene el apoyo de otros países, tendrá muy difícil organizar grandes eventos internacionales, porque va a crear mucha inseguridad a los deportistas en su territorio", dijo una fuente del COI.

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