estrella.jpg (1772 bytes) 10 septiembre 1998

La Unión Ciclista Internacional exige sanciones ejemplares para los corredores del Festina
  • El masajista del equipo acusó ayer al médico y al director de la formación de organizar el dopaje de los corredores

EFE

París

El presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), el holandés Hein Verbruggen, afirmó ayer que hacen falta sanciones en relación con el caso de dopaje en el equipo francés "Festina", en una entrevista que publica el diario "France Soir". "En el seno de este equipo hay diferentes casos, los que tomaron EPO y los que no lo hicieron, los que han confesado haberse dopado y los que no lo han hecho. No por ello hay que cerrar los ojos. Hacen falta sanciones", afirmó Verbruggen antes de que la comisión de disciplina emita su veredicto finales de septiembre.

En el caso de que la comisión decida sancionar demasiado levemente a los cinco corredores del Festina sobre los que pesa un proceso disciplinario - el líder de la formación Richard Virenque, Pascal Hervé, Christophe Moreau, Didier Rous y Laurent Brochard- "acudiré al Tribunal Arbitral del Deporte para que se endurezcan las penas", señala.

En cuanto al corredor de la ONCE Laurent Jalabert, que presuntamente calificó a los directivos de la UCI de "neonazis", "será sometido al consejo de disciplina" en cuanto tengamos los informes pertinentes, añade.

Para el presidente de la UCI "el problema del dopaje no es un fenómeno generalizado como algunos pueden hacer creer y no todo el pelotón actúa como Festina o TVM".

Una opinión que no comparte Jean Paul Escande, el vicepresidente del grupo de trabajo interministerial presentado ayer por la ministra de Deportes, Marie George Buffet y por el secretario de Estado para la Salud, Bernard Kouchner.

"Es injusto que los ciclistas del Festina paguen por todo el mundo como también lo es que este deporte sea el único culpable de dopaje, una práctica que también existe en el ámbito del atletismo y del fútbol" afirma Escande, interrogado por "France-Soir".

Escande que declara no haberse sorprendido de las confesiones de algunos corredores del Festina: "era un secreto a voces y nadie ha hablado durante años porque es un tema muy difícil. Yo, por ejemplo, sé muchas cosas pero como médico estoy obligado a respetar el secreto profesional".

En su opinión, el escándalo del último Tour de Francia no fue "ningún azar" sino que se debió "a la actuación de la justicia y de las aduanas impulsadas por la lucha contra el dopaje que desde 1997 y de forma general protagoniza la ministra Buffet".

Para este médico que dirigió la Comisión Nacional de lucha contra el dopaje de 1990 a 1996, lo que el gobierno pretende a medio plazo es establecer "un siguimiento médico exhaustivo de todos los deportistas franceses de alta competición".

Por su parte, el presidente de la Federación francesa de Ciclismo (FFC), Daniel Baal, declaró ayer "que no cree que sólo Festina utilizase sustancias dopantes aunque tampoco se puede decir que todo el mundo esté afectado".

Con respecto a las diferencias entre la pasada edición del Tour de Francia y la Vuelta a España, Baal dice que "la situación es de ambiguidad en ambos casos". "Este año me cuesta un poco apasionarme por la carrera (española) y todavía espero ver que pasa con la credibilidad del campeonato del mundo que se celebrará en octubre", concluyó.

Farmaceúticos detenidos
Un matrimonio de farmaceúticos fue detenido ayer en Veynes (sureste de Francia), por agentes de la policía judicial, por su presunta implicación en el caso de dopaje del equipo ciclista francés Festina.

Ordenada por el juez que instruye el caso Festina, Patrick Keil, la detención del matrimonio se produjo después de que los investigadores registrasen la farmacia en la que ambos trabajan. La pareja prestará declaración en la Comisaría de Gap, una localidad del sureste de Francia próxima a donde residía el cuidador belga del Festina, Willy Voet.

El cuidador y masajista personal del líder del equipo, Richard Virenque, acusó también ayer al director y al médico de la formación, Bruno Roussel y Eric Ryckaert, respectivamente, de organizar el dopaje de los corredores, quienes tampoco ignoraban, según él, el tipo de productos que se les administraban.

Voet fue detenido el pasado 8 de julio en la frontera franco-belga en posesión de cuatrocientas dosis de sustancias ilícitas que tranportaba en un vehículo del conjunto francés que fue expulsado del Tour de Francia diez días después.

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