Anulado el despido del seleccionador nacional de Hockey hierba

"Que estimando la demanda sobre despido interpuesta por d. José Manuel Brasa Sanjurjo contra la Real Federación Española de Hockey debo declarar y declaro la nulidad del despido por vulneración del derecho fundamental de libertad de expresión y opinión". Así comienza la juez María José Ceballos, del Juzgado de lo Social número 16 de Madrid, su fallo sobre el contencioso que ha terminado con uno de los paraísos alcanzados en los mágicos Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Allí, tras varios años de trabajo con el equipo femenino de hockey sobre hierba, Brasa y sus chicas lograron subir a lo más alto del podio mundial. Bajo su dirección el hockey español obtuvo el mayor número de éxitos y siempre ha estado entre los puestos 3º y 4º del mundo -incluso 1ª en 1.992 y 2ª en 1.995-, salvo en 1.996, donde fracasó en los Juegos de Atlanta y quedó último de los ocho participantes.

Botín de guerra

¿Cómo uno de los 13 técnicos en el mundo de máxima categoría (master coach) ha llegado a tal situación? No ha sido por el fracaso de Atlanta, aunque la federación le acusó incluso en el juicio de "disminución voluntaria en su rendimiento", algo casi insólito. Las guerras federativas simplemente han tomado otro botín. En este caso, el cambio de presidente tras Atlanta, la derrota de Pablo Galán ante Martín Colomer, ha sido decisiva. Brasa tomó partido por Galán, quizá demasiado beligerantemente, y Comomer le ha pasado factura, aunque de forma anticonstitucional, según la sentencia. Incluso en el juicio, Colomer le puso en bandeja a la juez la decisión cuando se reafirmó en que lo había despedido por hablar contra él.

De fondo están dos maneras de promover el hockey. La de Galán y la de Brasa, que ha extendido su práctica a toda España, y la de Colomer, heredera de una tradición centrada en Terrasa y tendiendo siempre a la curiosa renovación por familias como teoría de cantera. En el hockey femenino Brasa rompió tal teoría e incluso creó enemistades por sus decisiones. Pero los resultados le dieron la razón. Incluso como director del Centro de Alto Rendimiento de Madrid ha sacado chavales de todo España, que forman ya en la selección Sub 21.

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El peor resumen es que el hockey español sale claramente perjudicado. En la reciente Copa Internacional disputada en Zimbabue, el equipo femenino sólo se pudo clasificar noveno, la peor clasificación de la historia. Eso significa que España ha pasado a ser la 15ª del mundo, también la clasificación más baja de siempre, y en teoría perdía toda posibilidad de participar en los Juegos Olímpicos de Sydney 2.000. Sólo la mano del actual presidente de la Federación Internacional, Juan Angel Calzado, dará una nueva oportunidad al equipo de aceptar la petición de Colomer de ampliar el torneo preolímpico de ocho de los clasificados en Zimbabue, a 10, con lo que España quedará repescada. El equipo lo dirige ahora Mari Angeles Rodríguez, antigua delantera internacional.

Juan José Fernández en El País, 16 de noviembre de 1997